El documento discute la evidencia bíblica de que la Biblia es inspirada por Dios. Menciona varios pasajes en los que Jesús declara que las Escrituras del Antiguo Testamento son inspiradas. Luego, proporciona ejemplos de profecías del Antiguo Testamento que se cumplieron, la influencia positiva de la Biblia, y la evidencia arqueológica y científica que respaldan la historicidad bíblica. Finalmente, ofrece consejos sobre cómo estudiar la Biblia de manera planificada y habitual.