1. Este día empieza el 27 de mayo del 2014, a las 7:00 los grados 9, 10 y 11 del colegio Loyola se
disponen para partir hacía el parque Arví situado en el corregimiento de Santa Elena. Luego de que
los estudiantes se organizaran en los buses ellos partieron, en el camino hicimos una parada en
Santo Domingo Sabio, una de las comunas más pobres de Medellín, la parada fue en un mirador
donde pudimos ver casi toda zona norte de la cuidad, tuvimos un rato para tomar fotos, disfrutar
de la vista y para comprar en la tiendas que habían cerca y luego retomamos nuestro viaje, a
medida que el bus avanzaba se veía mucho más la pobreza de esa zona. Para mí fue bastante triste
pero me sirvió para aprender a cuidar y agradecer por lo que tengo. Más adelante los buses se
detuvieron en un lugar donde también pudimos divisar la cuidad, allí estuvimos poco tiempo y
continuamos nuevamente, en el bus tomamos el desayuno o un pequeño refrigerio. Después de
avanzar unos minutos dejamos de ver casas y empezamos a ver fincas, eso significó que nos
estábamos alejando de la cuidad. Pasaron varios minutos, un poco más de una hora para llegar,
llegando pudimos ver la entrada de piedras blancas, seguimos hasta un lugar llamado el tambo y
de ahí subimos un poco hasta llegar al sitio desde donde íbamos a iniciar una pequeña caminata.
Descendimos del bus y nos estiramos un poco, hablamos y jugamos un rato sin ni siquiera mirar el
lugar donde nos encontrábamos. Pasó un poco más de 20 minutos e iniciamos nuestra caminata,
esta duraría alrededor de dos horas y media. Al inicio la caminata era por carretera, pero aun así
no se escuchaba nada, solo el crujir de las ramas de los árboles azotadas por el viento y algunos
pájaros; no se escuchaba nada del caos que se escucha en la cuidad y se sentía una tranquilidad
enorme, a mí me inundaron muchos pensamientos en el camino, pensaba en mi familia, mi casa,
también pensé mucho en las familias que vimos alejándonos de Medellín. Esa caminata fue un
espacio para despejarnos y para reflexionar o por lo menos así lo hice yo. Luego de pasar caso dos
horas y media caminando llegamos a un lugar del parque donde había unas mesas y ahí nos
sentamos a almorzar y a descansar un rato, ahí compartimos con compañeros de otros grados.
Continuando el recorrido nos cruzamos con dos policías y el perro que estaban entrenando para
que encontrara droga, uno de ellos nos hizo una demostración y me pidió el favor de esconder una
bolsa de marihuana en mi zapato para que el perro la encontrara, fue bastante cómico y divertido,
apenas terminamos de ver la demostración seguimos hasta llegar al río, no podíamos nadar pero
sin embargo muchos se metieron solo a caminar en él, otros muy osados en una cascada ubicada
un poco más arriba se metieron completamente y quedaron totalmente mojados, yo mientras
2. tanto decidí sentarme a contemplar el lugar y a descansar, para mí era el lugar perfecto para
hacerlo, pasaron unos minutos y llegaron los buses por nosotros, ya teníamos que irnos y aunque
muchos no querían tuvimos que hacerlo rápido ya que la hora de llegada a Medellín era las tres y
ya iban siendo más de las dos.
La eso de las tres pasadas llegamos a Medellín y ya cada uno iba para su casa. Así termina este día
fuera de la caótica ciudad, un día sin ruido donde tuvimos tiempo para estar en armonía con un
lugar tan lindo como Santa Elena