El documento propone que la Cuaresma debería ser un tiempo para ayunar de ciertas cosas negativas como juzgar a otros, enfocarse en diferencias, tristeza, palabras dañinas, y preocupaciones, y celebrar o hacer fiesta de cosas positivas como la unidad, gratitud, paciencia, esperanza, oración, y el encuentro con Dios. Sugiere que durante este tiempo deberíamos ayunar de actitudes y comportamientos negativos y celebrar actitudes y comportamientos positivos.