El cubismo se originó en Francia alrededor de 1907 y se caracteriza por descomponer objetos en múltiples perspectivas en lugar de usar una sola. No utiliza la perspectiva convencional ni colores realistas, sino tonos neutros. Existen tres etapas del cubismo: primitivo o Cézannesco con colores austeros, analítico con descomposición de formas en partes múltiples, y sintético con reconstitución libre de imágenes y uso de collage.