Don Nicanor, un oso cocinero, prepara varios platos para sus amigos. Sin embargo, un día vuelca todo el salero en la sopa de cordero que estaba haciendo. Preocupado por haber arruinado la sopa, Nicanor se pone a llorar, haciendo que sus lágrimas caigan en la sopa. Para su sorpresa, la sopa con lágrimas sabe deliciosa.