Todos nosotros hemos oído del hombre que cuando se encuentra en un aprieto hace una promesa a Dios. Promete que si Dios lo libra, confiará en Él, lo amará y lo servirá para siempre. Pero cuando escapa de la crisis, olvida la promesa y sigue viviendo igual que antes. ¿Qué lugar ocupan las promesas en la vida de un cristiano y qué principios se dan en la Palabra sobre el tema?