Este documento contiene tres declaraciones oficiales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día sobre el medio ambiente. Reconocen que la Tierra fue creada por Dios y que los seres humanos deben ser mayordomos que cuiden la creación. Lamentan la contaminación y destrucción ambiental causada por la humanidad. Hacen un llamado a vivir de manera más simple y sustentable, y a respetar los recursos naturales.