La declaración resume las principales demandas y posiciones de las organizaciones sociales y populares del continente americano. Rechazan la agenda y hegemonía de Estados Unidos en la región. Exigen el fin de la militarización, la criminalización de las luchas sociales, y los tratados de libre comercio neoliberales. También piden respeto a la soberanía e integración autónoma de los pueblos de América Latina y el Caribe.