1. internet
Del escondite inglés
a las cuatro esquinas
¿Dónde quedaron los años en los que nos
escondíamos por mero placer o juego? Eso
nos preguntamos algunas viendo lo que
ahora se estila: mostrar en todo momento
cuál es nuestra ubicación y qué hacemos.
Una necesidad imperante de reafirmarnos
haciendo públicas nuestras experiencias y
diciendo aquello de «yo he estado aquí,
yo he vivido esto».
Así que no es de extrañar el éxito que es-
tán teniendo redes sociales como Four-
square1 en Estados Unidos. Éxito que se
replica poco a poco por otras latitudes
más cercanas. Esta plataforma junta dos
de las tendencias en boga de la web: el los «alcaldes virtuales» de un espacio
poder de la ubicuidad que confieren los si hemos pasado muchas veces por allí.
terminales móviles y el cultivo de la Así pues, nuestro instinto competitivo se
extimidad mediante la geolocalización, une al del exhibicionismo para encum-
Imagen de Dawn M. Armfield (CC by-nc)
marcando nuestra situación física vía brar a la plataforma.
GPS. El invento busca que los usuarios
dejen constancia de los sitios por los que Como puntos fuertes destacan la variedad
transitan, añadiendo información de va- de aplicaciones existentes para interactuar
lor sobre éstos para que sus contactos desde nuestros terminales móviles, sea
puedan informarse con posterioridad si cual sea la marca y modelo (incluyendo la
se pasan por allí. Pongamos un ejem- posibilidad de añadir información con un
plo práctico: visitamos un bar nuevo en simple SMS) y que se integra con nuestras
el que hacen unos batidos increíbles. cuentas en Twitter y Facebook, mandan-
Mientras disfrutamos de la bebida, sa- do a éstas actualizaciones cada vez que
camos nuestro teléfono móvil con GPS, introducimos un punto en Foursquare. De
nos conectamos a Foursquare y hace- hecho, estas dos redes sociales también le Sin embargo, también hay quien se mofa
mos un «check-in» del sitio. De esta for- han visto las ventajas a la geolocalización de esta nueva moda. Y si no que se lo di-
ma, nuestros amigos sabrán que hemos y la incluyen como servicio. Twitter ya lo- gan a los creadores de la web Please Rob
estado allí y que además hay unos bati- caliza los mensajes de sus usuarios y Fa- Me3 (Por favor, róbame), que muestra un
dos estupendos. Ahora bien, no siempre cebook lo tiene programado en sus próxi- listado de todas las casas que están vacías,
funciona como un instrumento de re- mos desarrollos. Sin embargo, su talón de porque sus dueños así lo explicitan a tra-
comendación, sino más bien como una Aquiles reside en la necesidad del uso de vés de las redes sociales.
forma de simplemente comunicar dónde un terminal de última generación con su
nos encontramos. cara conexión de datos para interactuar A medio camino entre lo absurdo y lo útil,
con la plataforma. Algo que no está aún veremos si los usuarios terminamos adue-
La idea no es nueva. De hecho, una de muy extendido aquí. ñándonos de la herramienta para que sea
las primeras redes sociales virtuales que más lo segundo. Porque el problema no
nacieron allá por el 2000, Dodgeball, ¿Y dónde está el modelo de negocio de está en la tecnología, sino en el uso que
ya buscaba eso. En el proyecto estaba esta red social? Aquí es muy claro: en los nosotros le damos.
implicado uno de los creadores de Four- establecimientos y locales comerciales.
square: Dennis Crowley. Incluso el mag- Foursquare les ofrece estadísticas como el [1] http://foursquare.com
nate de la Red, Google, vio su éxito y ratio de hombres y mujeres que les visitan, [2] http://www.google.com/latitude
la compró en el 2005, convirtiéndola a qué horas, información en tiempo real [3] http://pleaserobme.com
posteriormente en su servicio Latitude2. sobre las personas que están allí,… Y tam-
Pero Foursquare ha encontrado la gallina bién les da la posibilidad de lanzar campa- Lorena Fernández
de los huevos de oro: agregarle a todo ñas personalizadas. Empresas como Star- loretahur@gmail.com
esto el componente del juego. Cada vez bucks ofertan descuentos a los usuarios
que se marca un sitio, se ganan puntos de Foursquare que se pasen asiduamente
e incluso medallas, pudiendo llegar a ser por sus cafeterías.
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