El documento discute la evolución de la democracia en Europa. Originalmente, se pensaba que solo los regímenes despóticos podían gobernar grandes territorios, pero Montesquieu argumentó que la participación ciudadana y el gobierno moderado a través de la separación de poderes eran necesarios. Ahora ya no existe la aristocracia, por lo que la integración política europea debe evitar una fase despótica centralizando demasiado el poder y enfrentando regiones y culturas entre sí.