La política criminal internacional es una medida utilizada por la ONU para designar un fiscal y dos subrogantes que investiguen crímenes internacionales. Los países miembros votan para elegir a estos funcionarios, cuyo objetivo es proteger a la población mediante investigaciones y juicios contra crímenes como ataques contra la vida. La política criminal internacional también busca disminuir los niveles de conflicto y reparar a las víctimas.