El petrolero Exxon Valdez derramó 11 millones de galones de petróleo en el mar de Alaska en 1989, contaminando 460 millas cuadradas y matando cientos de miles de aves y nutrias marinas. La limpieza costó 2,1 mil millones de dólares y algunas áreas aún están contaminadas. Nuevas tecnologías como electrodomésticos ecológicos pueden ahorrar hasta 60% de energía y agua, y no usan clorofluorocarbonos dañinos para la capa de ozono.