2. Descansar no es “no hacer
nada”.
Se trata de realizar
aquellas tareas en
nuestro tiempo
libre que nos
ayuden a despejar
la mente, a ser
más energéticos y
por supuesto, más
positivos.
3. - Dormir bien durante la
noche..
Los descansos
buenos y relajantes
nocturnos son vitales
para recuperar la
mayor energía
posible. Por ello es
importantísimo cuidar
la higiene del sueño y
descansar 8 horas
diarias
4. - La pereza no descansa,
cansa.
Y, el
aburrimiento
cansa más que
la pereza.
El estado de
animo es el que
descansa.
5. - Descansar es invertir en ti.
El cuerpo humano no
es el único que
necesita descansar, la
mente también lo
necesita o incluso
más. Una mente
relajada y tranquila es
más creativa, más
positiva, está más
motivada y tiene más
ilusión.
6. - Descanso significa dedicar tiempo a
hacer lo que más te guste
Lo que te entretenga
y te relaje. Seguro
que tienes 45 minutos
para dedicarlos
exclusivamente a ti y,
si crees que no,
revisa tu agenda
ubica tiempo para tus
antojos.
7. - Descansa cuando estés
descansando.
Aprovecha al máximo ese
tiempo. Deja de lado las
preocupaciones, el
“tengo que hacer….” y
aleja el móvil de tu lado
si estar pensando en los
emails que tienes que
recibir, tweets que tienes
que leer, etc.. y eso no te
deja desconectar durante
ese tiempo.
8. - DISFRUTA CUANDO ESTÉS
TRABAJANDO
. No tiene más mérito
el que más horas le
eche si no aquel que
más productivo es y
cumple con su trabajo
y sus horas.
Haz que tu trabajo sea
un deleite, nada lo
contrario.
9. - Tómate un respiro Diviértete y sé feliz.
Cuando te sientas
saturado, bloqueado y
estés hasta arriba de
trabajo, para 5
minutos, respira
hondo y trata de no
estresarte más. Y, una
vez calmado, vuelve al
trabajo y verás como
todo tiene otro color.
No lleves trabajo a tu
casa.
10. - Tómate un respiro. Cuando te sientas
saturado.
bloqueado y
estrésado, hasta el
tope de trabajo, para
5 minutos, respira
hondo y trata de no
estresarte más. Y, una
vez calmado, vuelve al
trabajo y verás como
todo tiene otro color.
- Diviértete y sé feliz.
11. TIC PARA PREPARASE PARA UNA
EVALUACION LARGA.
1. Para superar una evaluación no sólo hay que conocer bien los contenidos de la asignatura,
también hay que prepararse emocionalmente para hacer el examen. Como todos sabemos, un
examen implica nervios, incertidumbre, estrés, miedos, etc. Un primer paso es saber que
tenemos que abordar esa tarea de gestión emocional, y tomar conciencia de los pensamientos
y emociones que tenemos ante el examen. En un primer momento, puede ser beneficioso el
hecho de que simplemente nos hagamos más conscientes de nuestros pensamientos y
emociones, sin evaluarlos, aceptando que es normal estar nerviosos o inquietos.
2.Preparar un examen es una tarea de “solución de problemas”, en la que se deben organizar
adecuadamente aspectos como la planificación del tiempo y el esfuerzo, y se debe adecuar el
método de estudio a las características de la prueba y de la materia que será objeto de
evaluación. Todo ello incrementará la sensación de control y contribuirá a reducir el estrés.
3. El apoyo de los docentes en la preparación del examen es clave. No sólo pueden ayudar en lo
que se refiere a las dudas que surgen a los alumnos con los contenidos de una asignatura, sino
que también pueden proporcionarles orientaciones muy útiles sobre el método de estudio y la
preparación de las pruebas.
12. 4. También puede ser beneficioso buscar el apoyo de otros estudiantes que se van a enfrentar a
los exámenes. Normalmente, hablar con otros sobre aquellas situaciones en las que hay una
carga fuerte de incertidumbre contribuye a reducir el estrés y nos permite regular nuestra
propia conducta en relación a lo que hacen los demás. Al hablar con otros estudiantes,
seguramente nos demos cuenta de que nuestras emociones y pensamientos respecto de la
prueba son “normales” y en muchos casos compartidos por otros, y además nos ayuda a
recabar información que sirve para reducir incertidumbres…¿cómo están estudiando los demás?
¿qué aspectos de la materia creen más importantes? ¿cómo se preparan? ¿sienten también
nervios?, etc. En muchos casos, los otros estudiantes actúan como “patrón de comparación” del
comportamiento propio y, en base a ello, autoevaluamos si estamos afrontando bien o no la
situación.
5. No obstante, hay que tener en cuenta que estos intercambios de opiniones con los demás
estudiantes han de tener un tono constructivo, ya que el mero “desahogo” de emociones
negativas no parece ayudar a gestionar bien el estrés. La “rumiación” compartida de
pensamientos y emociones negativas contribuye más bien a incrementar el nivel de estrés ante
el examen.
6. Tampoco resulta de utilidad mantener un discurso excesivamente autocrítico o
culpabilizador; al contrario, “castigarse” a uno mismo también parece relacionarse con un
aumento del estrés.
13. 7. Un aspecto que parece relacionarse con el rendimiento en los exámenes es la
percepción que el estudiante tiene sobre su propia capacidad y eficacia para
solventar exitosamente las pruebas de evaluación. Los estudiantes que
desarrollan una visión más positiva de su competencia para resolver exámenes
tienden a obtener calificaciones más elevadas. El desarrollo de expectativas de
éxito puede resultar beneficioso en este sentido.
8. Es muy recomendable hacer “ensayos” o “simulacros” de examen. Por una
parte, ayudan a preparar el momento de la prueba, en lo que se refiere a cómo
gestionar el tiempo de examen, qué estrategia de respuesta seguir, etc.; pero
también, estos simulacros contribuyen a reducir la ansiedad ante los exámenes,
ya que no hay nada mejor para reducir el miedo a una situación que exponerse de
forma controlada a ella, como se hace en un ensayo del examen. En este sentido,
también puede ser útil visualizarse a uno mismo en imaginación el día del
examen, siguiendo las rutinas que se harán ese día y en el momento mismo de la
prueba.
9. El uso de auto instrucciones (frases con indicaciones sobre qué hacer o cómo
gestionar las propias emociones el día del examen) son útiles para abordar los
momentos previos al examen, aquellos en los que se está realizando la prueba,
los momentos en los que aparece la ansiedad o cuando se llega a un pico de
ansiedad. Pueden ser frases con instrucciones sobre qué hacer en tales
situaciones, frases motivadoras y reforzantes, indicaciones para relajarse, etc.
14. ACOMPAÑANTES DE FORTALEZA
MENTAL
CHOCOLATINAS. MATEMATICAS Y TODO LO QUE SEA
EXACTO.
MANI. CIENCIAS, CIUDADANIA, SOCIALES
BANANAS DULCES RAZONAMIENTO ABSTRACTO, LOGICA
15. 10. Es importante cambiar nuestra forma de pensar sobre los exámenes.
Éstos no son “evaluaciones definitivas” que puedan arrojar unas
consecuencias catastróficas si la cosa sale mal. Los exámenes son
simplemente un paso más en nuestro proceso de aprendizaje y de
desarrollo, y ver la situación así ayuda también a reducir el estrés.
¡Mucho ánimo a todos en
estos días de preparación!
¡Y suerte en los exámenes!