La deshidratación ocurre cuando se pierde excesivamente agua y sales minerales del cuerpo, lo que puede deberse al calor, ejercicio intenso, falta de líquidos o una combinación. Los bebés, niños, ancianos y enfermos corren mayor riesgo. La deshidratación se clasifica como leve, moderada o severa dependiendo del porcentaje de líquido corporal perdido, siendo la severa potencialmente mortal. Los síntomas varían desde sed y cansancio hasta delirio y coma.