El documento describe las tres dimensiones fundamentales del ser humano: la dimensión ética relacionada con los principios y valores morales adquiridos a través de las relaciones sociales, la dimensión estética asociada con la capacidad de apreciar la belleza y la calidad del mundo, y la dimensión espiritual caracterizada por la habilidad de trascender y establecer relaciones con los demás para dar sentido a la existencia.