Este documento discute los desafíos de formar profesionales de la salud para que puedan desempeñarse en entornos complejos y cambiantes. Explica que la enseñanza basada en competencias se fundamenta en principios como que el aprendizaje es individual y orientado a metas. También aborda la necesidad de que los egresados tengan capacidades para resolver problemas de salud en sus regiones y países, e implementar un currículo basado en normas de competencia.