Los dinosaurios dominaron los ecosistemas terrestres durante 160 millones de años, caracterizándose por ser ovíparos y de piel dura y escamosa. Morfológicamente, los dinosaurios se definían por tener una postura completamente erguida, con las patas articuladas por debajo de la cadera. Algunos dinosaurios, como los saurópodos, alcanzaron un tamaño gigantesco y superaban en tamaño a otros animales de su hábitat.