Jonás desobedeció a Dios al negarse a predicar el mensaje de salvación en la ciudad pecaminosa de Nínive. Como castigo, Dios envió una tormenta que hizo naufragar el barco en el que viajaba Jonás, quien fue tragado por una ballena y pasó tres días en su estómago antes de ser liberado. Finalmente, Jonás obedeció a Dios y predicó en Nínive, logrando que sus habitantes se arrepintieran de sus pecados.
De todos los libros proféticos de la Biblia, hay uno sumamente extraño. El de Jonás. Primero, porque ningún otro libro profético contiene una profecía tan breve: sólo cinco palabras (en el texto hebreo ).
De todos los libros proféticos de la Biblia, hay uno sumamente extraño. El de Jonás. Primero, porque ningún otro libro profético contiene una profecía tan breve: sólo cinco palabras (en el texto hebreo ).
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
2. Cierto día Dios le pidió a Jonás que fuese a Nínive a predicar el
mensaje de salvación y a advertirles que un oscuro futuro les
depararía si no cesaban su maldad. Pero Jonás sabía que
Nínive era una ciudad pecaminosa y no quería ayudar a esa
gente, desobedeció y se subió en un barco para ir a otro lugar.
Pero al poco tiempo, Dios mandó una gran tormenta que lanzó
el barco de un lado a otro, y los pasajeros, asustados,
empezaron a tirar por la borda todo su equipaje para intentar
salvarse. Jonás confesó que era su culpa y lo lanzaron al mar.
Jonás se ahogaba, no podía volver a la superficie, y un gran pez
se lo tragó, evitando así que se hundiera. Durante el tiempo que
pasó en la barriga de la ballena, Jonás oró y le agradeció a Dios
su gesto, y después del tercer día, Dios lo dejó salir. Le pidió
entonces de nuevo que fuera a Nínive y esta vez Jonás obedeció
humildemente. No solo fue Jonás a la ciudad pecaminosa y les
dio lecciones a todos sobre la importancia de no desviarse del
camino correcto de Dios, sino que pronto, todos los habitantes
de Nínive se dieron cuenta del mal que estaban causando a los
demás, y se arrepintieron. Pero Jonás, que tenía mucha rabia
hacia ese pueblo anhelaba un castigo para ellos. Fue entonces
cuando Dios se acercó a él y le conto que Él era un Dios de
amor, y que todo el mundo merecía su misericordia y su cariño.