La economía circular permite reutilizar los recursos y darles una nueva vida para volverlos a introducir en el mercado. El objetivo es luchar contra el cambio climático y la contaminación mediante estrategias como fomentar los materiales biodegradables, maximizar la reutilización y el reciclaje de productos y minimizar los desechos. A nivel internacional, países como Finlandia y organizaciones como la Unión Europea han impulsado acciones para la transición hacia una economía circular.