Los amuletos egipcios más importantes incluyen el gato, que protegía el hogar; la cobra, protectora del bajo Egipto; el ankh, que concedía la inmortalidad; y el ojo de Horus, símbolo de protección. Otros amuletos eran el escarabajo, símbolo de cambio; el tit, que protegía las momias; y el ureo, asociado con la diosa Wadjet.