El documento discute la insostenibilidad del consumo mundial de agua dulce. El consumo se duplica cada 20 años, mientras que las reservas de agua subterránea se agotan más rápido de lo que se renuevan naturalmente debido a la explotación abusiva. Esto reduce permanentemente la capacidad de la tierra para almacenar agua y hace que el agua salada invada y destruya las reservas de agua dulce.