El calcio cumple un papel esencial en los procesos metabólicos y la estructura ósea, residiendo principalmente en los huesos y dientes. Factores como la vitamina D y la lactosa ayudan a absorber el calcio de los alimentos, mientras que los oxalatos y fitatos dificultan su absorción. Una ingesta adecuada de calcio es importante para la salud ósea, especialmente en mujeres posmenopáusicas.