El carbón se forma a partir de la descomposición de vegetales acumulados en zonas marinas poco profundas. Los restos vegetales quedan cubiertos de agua y protegidos del aire, lo que permite que bacterias anaerobias los transformen lentamente en carbón rico en carbono. El carbón se extrae de minas donde los mineros realizan trabajo duro y peligroso, y los accidentes son comunes, como ocurrió recientemente en una mina de Turquía donde murieron 301 personas.