TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
Origen del Corán musulmán
1. EL CORAN
El Corán (del árabe ال قرآن , al-qurʕān, ‘la recitación’, [qurˈʔaːn], persa: [ɢoɾˈʔɒːn]), también
transliterado como Alcorán, Qurán o Korán, es el libro sagrado del islam, que según los
musulmanes contiene la palabra de Dios (o Allāh, للها ), revelada a Mahoma (Muhammad,
محمد ), quien se considera que recibió estas revelaciones por medio del arcángel Gabriel
(Ğibrīl .(ج بري ل
Durante la vida del profeta Mahoma, las "revelaciones" eran transmitidas oralmente o
escritas en hojas de palmeras, trozos de cuero o huesos, etc. A la muerte del profeta, en 632,
sus seguidores comenzaron a reunir estas "revelaciones", que durante el Califato de Utman
ibn Affan ( ع ثمان ب ن ع فان ) tomaron la forma que hoy conocemos, 114 capítulos (azoras,
سورة ), cada uno dividido en versículos (aleyas, .(آي ة
El Corán toma muchos personajes que aparecen en los libros sagrados del judaísmo y el
cristianismo (Tanaj y Biblia) y en la literatura devota (por ejemplo, los libros apócrifos),
con muchas diferencias en detalle. Personajes del mundo hebreo y cristiano muy conocidos
como Adán, Noé, Abraham, Moisés, Jesús de Nazaret y Juan Bautista aparecen
mencionados como profetas islámicos.
Los musulmanes dicen del Corán que es la palabra «eterna e increada» de Alá; por ello su
transmisión debería realizarse sin el menor cambio en la lengua originaria, el árabe clásico,
lengua en consecuencia considerada sagrada a todos los efectos. El Corán ha sido traducido
a muchos idiomas, principalmente pensando en aquellos creyentes cuyas lenguas no son el
árabe. Aun así, en la liturgia se utiliza exclusivamente el árabe, ya que la traducción
únicamente tiene valor didáctico, como glosa o instrumento para ayudar a entender el texto
2. original. De hecho, una traducción del Corán ni siquiera se considera un Corán auténtico
sino una interpretación del mismo.
El origen del Corán ha generado mucha controversia porque los especialistas islámicos
parten de la presunción que el Corán es un texto incorrupto y divino, mientras que los
especialistas laicos lo ven como un texto humano semejante a cualquier otro. Tales
divergencias hacen que sea necesario conocer ambas versiones de la historia. El Corán reta
a los lectores a que encuentren alguna contradicción o divergencias en él y les enfatiza que
no la encontrarán, puesto que al suponerse de origen divino no debería haber
contradicciones en él.
El Corán como «doctrina eterna»
Las variedades más extendidas de la teología musulmana consideran que el Corán es eterno
y que no fue creado. Tomando en cuenta que los musulmanes creen que figuras bíblicas
tales como Moisés y Jesús predicaron el islam, la doctrina de la revelación inmutable y no
creada implica que los tres textos más antiguos el Tanaj, la Biblia y el Corán se deben a que
los primeros fueron objeto de la degeneración humana.
No obstante, algunos movimientos liberales del islam, y particularmente las sectas mu'tazilí
e ismailí, implícita o explícitamente cuestionan la doctrina de un Corán no creado cuando
realizan ciertas preguntas relacionadas a la aplicación de la ley islámica. Algunos
pensadores contemporáneos, como Reza Arslan o Nasr Hamid Abu Zayd, han argüido que
tales leyes fueron creadas por Dios para solucionar las necesidades particulares de la
comunidad de Mahoma. Otros rebaten que tales leyes no difieren en nada de la ley mosaica.
3. Entre las razones ofrecidas por la crítica de la doctrina del "Corán eterno" se encuentra su
implicación en el tawhid, o «la unicidad de Dios». El pensamiento de que el Corán es la
palabra eterna y no creada de Dios y que siempre ha existido junto a Él podría llevar a
pensar en un concepto plural de la naturaleza de Dios. Preocupados de que esta
interpretación parezca hacerse eco del concepto cristiano de la «Palabra eterna de Yahweh»
(Logos), algunos musulmanes, y particularmente los mu'tazilíes rechazaron la noción de la
eternidad del Corán. Sin embargo, la mayoría de los musulmanes actuales opinan que esta
visión de los mu'tazilíes es producto de la no comprensión profunda de la naturaleza misma
del Corán y de su relación con el tawhid.
Según especialistas islámicos
Según la tradición, Mahoma no podía leer ni escribir sino que, simplemente, recitó lo que le
era revelado para que sus compañeros lo escribieran y memorizaran. Algunos exégetas
creen que esta tradición de que Mahoma no podía leer ni escribir está en contradicción con
el texto coránico mismo por doble partida: primero el Corán anuncia que el profeta «no
solía leer ni escribir» es decir no era dado a la lectura o la escritura, esto, según ellos, no
quiere decir que no supiera hacerlo, pero existe otra aleya susceptible de ser interpretada
como indicio de que sabía leer, la número dos de la azora «La Congregación»: «Fue Dios
quien levantó de entre los iletrados un Apóstol de entre ellos mismos, recitando Sus
Señales, purificándoles y enseñándoles el Libro y la sabiduría..." Los simpatizantes del
Islam tienen por verdad que la redacción del texto coránico existente hoy corresponde
exactamente a lo que fue revelado al profeta Mahoma, es decir, las palabras textuales de
Dios entregadas a Mahoma por medio del arcángel Gabriel.
4. Los acompañantes de Mahoma, según las tradiciones musulmanas, empezaron a registrar
las azoras de forma escrita antes de que su líder muriera en el año 632. Esta práctica de
escribir las «revelaciones» a medida que le llegaban al profeta era una libertad que todos
los testigos de los momentos en que ocurrían las revelaciones podían tomarse, aunque se
trataba de una reabundancia literaria ya que el Corán fue compilado bajo los auspicios del
profeta mismo. Basta decir que entre todos los coranes que existen hoy y han existido no
hay ninguna diferencia. Existe solo una versión del Sagrado Coran, las copias de varias
azoras escritas durante su vida se citan con frecuencia en las tradiciones. Por ejemplo, en la
historia de la conversión de Umar ibn al-Jattab (momento en que Mahoma todavía estaba
en La Meca), se dice que su hermana estaba leyendo un texto de la azora Ta-Ha. En
Medina, se dice que alrededor de sesenta y cinco acompañantes actuaron como escribas
para él en algún momento o en otro. El profeta los llamaba para que escribieran las
«revelaciones» justo después de tenerlas.
Una tradición documenta que la primera recopilación completa del Corán fue hecha durante
el mandato del primer califa, Abu Bakr as-Siddiq. Zayd ibn Thabit, que había sido uno de
los secretarios de Mahoma, «reuniendo el Corán a partir de varias piezas de hueso y de los
pechos (es decir, ‘los recuerdos’) de los hombres». Esta recopilación fue conservada por
Hafsa bint Umar, hija del segundo califa Umar y una de las viudas de Mahoma.
Durante el califato de Utman ibn Affan, hubo disputas relativas a la recitación del Corán.
En respuesta, Utman decidió codificar, estandarizar y transcribir el texto. Se dice que
Utman comisionó a un comité (que incluía a Zayd y varios miembros prominentes de
Quraysh) para poder producir una copia estándar del texto.
5. Según algunas fuentes, esta recopilación se basó en el texto conservado por Hafsa. Otras
versiones indican que Utman hizo esta recopilación de manera independiente y que el texto
de Hafsa habría sido llevado adelante y que, al final, se encontró que los dos textos
coincidían perfectamente. Sin embargo, otros documentos omiten por completo referencias
a Hafsa.
Los eruditos musulmanes afirman que si el califa hubiera ordenado la recopilación del
Corán, este nunca habría sido relegado al cuidado de una de las viudas del profeta.
Posiblemente la historia haya sido inventada para aproximar en el tiempo la muerte del
profeta y la recopilación del texto.
Cuando terminó el proceso de recopilación, entre los años 650 y 656, Utman envió copias
del texto final a todos los rincones del imperio islámico y ordenó la destrucción de todas las
copias que difirieran de la nueva versión.
Varios de los manuscritos, incluyendo el manuscrito de Samarcanda, son reivindicados
como copias originales de las enviadas por Utman; no obstante, muchos especialistas,
occidentales e islámicos, dudan que sobreviva algún manuscrito utmánico original.
En lo que respecta a las copias que fueron destruidas, las tradiciones islámicas aseguran que
Abdallah Ibn Masud, Ubay Ibn Ka'b y Alí, primo y yerno de Mahoma, habían preservado
algunas versiones que diferían en algunos aspectos del texto utmánico que es considerado
ahora por todos los musulmanes. Los especialistas musulmanes registran determinadas
diferencias entre las versiones, las cuales consisten casi totalmente en variantes léxicas y
ortográficas o diferentes conteos de versos. Se ha registrado que los tres (Ibn Masud, Ubay
Ibn Ka'b y Alí) aceptaron el texto utmánico como la autoridad definitiva.
6. La versión de Utman se compuso según un viejo estilo de escritura árabe, que no incluía
vocales, razón por la cual se puede interpretar y leer de varias formas. Este escrito utmánico
básico se ha llamado rasma y, con algunas diferencias menores, es la base de varias
tradiciones orales de recitación. Para fijar estas recitaciones y prevenir cualquier error, los
escribanos y eruditos comenzaron a anotar las rasmas utmánicas con varias marcas
diacríticas —puntos y demás— para indicar la forma en que las palabras debían ser
pronunciadas. Se cree que este proceso de anotación comenzó alrededor del año 700, poco
tiempo después de la compilación de Utman, y que terminó aproximadamente en el año
900. El texto del Corán más usado en la actualidad está basado en la tradición de recitación
de los Hafs, tal y como fue aprobado por la Universidad Al-Azhar de El Cairo, en 1922,
(para más información relacionada con las tradiciones de recitación, refiérase a Recitación
coránica, más adelante en este mismo artículo)
Según especialistas seglares
Aunque algunos eruditos concuerdan con varios de los aspectos señalados por las
tradiciones islámicas relativas al Corán y sus orígenes, especialistas escépticos aseguran
que Mahoma mismo compuso los versos y las leyes que integran el texto y que se las
atribuyó a Alá para darles legitimidad; agregan que sus seguidores memorizaron y
escribieron sus revelaciones y que numerosas versiones de estas revelaciones circularon
después de su muerte en el año 632; aseguran asimismo que Utman ordenó la recopilación
y el ordenamiento de esta masa de material entre 650 y 656, lo cual también es descrito por
los eruditos islámicos. Los eruditos occidentales señalan muchas características del Corán
(sus repeticiones, su ordenamiento, la mezcla de estilos y géneros) como signos de un muy
humano proceso de recopilación que nada tiene que ver con supuestos «métodos divinos».
7. Estos eruditos explican las numerosas similitudes entre el Corán y las escrituras hebreas
argumentando que Mahoma les enseñaba a sus seguidores lo que él pensaba que era historia
universal, tal y como lo había escuchado de las bocas de judíos y cristianos que había
encontrado en Arabia y durante sus viajes. Ciertos eruditos seglares también debaten la
creencia islámica de que todo el Corán fue enviado por Dios a la humanidad. En este
sentido, notan que en numerosos pasajes Dios es aludido directamente en tercera persona, o
bien, cuando la voz narrativa jura por varios entes, incluyendo a Dios. Otros especialistas
tienden a no atribuirle el Corán entero a Mahoma, arguyendo que no hay una verdadera
prueba de que el texto haya sido compilado bajo el mandato de Utman, puesto que las más
viejas copias conservadas del Corán completo datan de varios siglos después de Utman (la
más vieja copia existente del texto completo es del siglo IX). Alegan que el Islam se formó
lentamente, durante los siglos transcurridos tras las conquistas musulmanes y en la medida
en que los conquistadores islámicos iban elaborando sus propias creencias en respuesta de
los desafíos judíos y cristianos. Una propuesta influyente en este punto de vista fue la del
Dr. John Wansbrough, un académico inglés. Sin embargo, los escritos de Wansbrough
estaban redactados en un estilo denso, complejo y casi hermético y ha tenido una gran
influencia en los estudios islámicos a través de sus estudiantes, Michael Cook y Patricia
Crone y no tanto por sus propios escritos. En 1977, Crone y Cook publicaron un libro
llamado Hagarism, en el que se sostiene que:
Básicamente, el Corán carece de una estructura central, frecuentemente es oscuro e
inconsecuente tanto en lengua como en contenido; es superficial en su concatenación de
materiales dispersos y muy dado a la repetición de pasajes enteros en versiones que
presentan variantes. Partiendo de todo esto, se puede argumentar plausiblemente que el
8. libro es el producto de la edición imperfecta y morosa de materiales provenientes de una
pluralidad de tradiciones
Crone y Cook (1977, p. 18)
Este libro fue extremadamente controvertido en su tiempo, pues desafiaba no solo la
ortodoxia musulmana, sino las actitudes prevalecientes entre los mismos islamistas
seglares. Wansbrough fue criticado por su interpretación del Corán y por la "mala"
interpretación de las palabras originales en árabe. Crone y Cook se han desdicho de algunos
de sus argumentos en el sentido de que el Corán evolucionó a lo largo de varios siglos, pero
todavía sostienen que la tradición de lectura sunita es muy poco fiable, pues proyecta su
ortodoxia contemporánea en el pasado —del mismo modo que si los exégetas del Nuevo
Testamento quisieran comprobar que Jesús era católico o metodista.
Fred Donner ha argüido contra Crone y Cook, en lo relativo a la temprana fecha de la
recopilación del Corán, basado en sus lecturas del propio texto. Él argumenta que si el
Corán hubiera sido recopilado a lo largo de los tumultuosos siglos iniciales del Islam (con
sus vastas conquistas, expansión y los sangrientos incidentes entre los rivales del califato)
habría habido evidencia de esta historia en el texto. No obstante, según el no hay nada en el
Corán que no refleje las cosas conocidas de la temprana comunidad musulmana.
Algunos aseguran que los hallazgos arqueológicos de 1972 pueden arrojar luz acerca de los
orígenes del Corán. En ese año, durante la restauración del Gran Mezquita de San'a, en
Yemen, los obreros se toparon con un «cementerio de papeles» que contenía decenas de
millares de papeles en que se leían fragmentos del Corán (los ejemplares del Corán todavía
son desechados de esta manera, pues se considera impiedad tratar el «texto sagrado» como
9. si fuera basura ordinaria). Se creyó que algunos de esos fragmentos eran los textos
coránicos más antiguos que se han encontrado. El especialista europeo Gerd R. Puin ha
estudiado estos fragmentos y ha publicado no solamente un corpus de textos, sino también
algunos descubrimientos preliminares. Las variantes de los textos descubiertos parecen
coincidir con ciertas variantes menores reportadas por algunos eruditos islámicos en sus
descripciones de las variantes del Corán, que una vez estuvieron en posesión de Abdallah
Ibn Masud, Ubay Ibn Ka'b y Alí, y que fueron suprimidas por órdenes de Utman.
Interpretación del Corán
El Corán ha producido un gran corpus de comentarios y explicaciones. Los musulmanes
tardíos no siempre comprendían la lengua del Corán, no entendieron ciertas alusiones que
parecían claras a los primeros musulmanes y estaban extremadamente preocupados en
reconciliar las contradicciones y los conflictos en el Corán. Los comentadores glosaron el
árabe, explicaron las alusiones y, acaso más importantemente, decidieron qué versos
coránicos habían sido revelados primero en la carrera profética de Mahoma (lo cual era
apropiado para la naciente comunidad musulmana) y cuáles habían sido revelados después,
cancelando o abrogando el texto original. Los recuerdos de las "ocasiones de revelación",
es decir, las circunstancias en que Mahoma había hecho públicas las revelaciones, también
fueron recopiladas, pues se pensaba que podrían explicar algunas oscuridades.
Por todas estas razones, fue extremadamente importante para los comentadores explicar
cómo fue revelado el Corán —cuando y bajo qué circunstancias. Muchos comentarios o
tafsir, concernían a la historia. Los primeros tafsir son unas de las mejores fuentes de la
historia islámica. Algunos comentadores famosos son al-Tabari, az-Zamakhshari, at-
10. Tirmidhi y Ibn Kathir. Generalmente estos comentarios clásicos incluían todas las
interpretaciones comunes y aceptadas, mientras que los comentarios de los
fundamentalistas modernos, como el escrito por Sayyed Qutb tienden a dar solo una de las
interpretaciones posibles.
Los comentadores se sienten muy seguros de las exactas circunstancias que motivaron
algunos versos, como la azora Iqra o las aleyas 190-194, de la azora al-Baqara. Pero en
algunos casos (como la azora al-Asr), lo más que se puede decir es en qué ciudad estaba
viviendo Mahoma en ese momento. En otros casos, como con la azora al-Kawthar, los
detalles de las circunstancias están en disputa, pues diversas tradiciones entregan versiones
diferentes.
Las más importantes «ayudas exteriores» que se han usado para interpretar los significados
del Corán son las hadith — la colección de tradiciones en las que algunos eruditos
musulmanes (los ulemas) basaron la historia y las leyes islámicas. Los especialistas han
inspeccionado las miles de páginas de las hadices, intentando descubrir cuáles eran ciertas y
cuáles eran fabricaciones. Un método muy utilizado era el estudio de la cadena de
narradores, el isnad, a través de los cuales fue transmitida la tradición.
Obsérvese que aunque se dice que ciertos hadiz —los hadiz qudsí—, registran las palabras
no canónicas que según la tradición Dios le dirigió a Mahoma, o el sumario de estas, los
musulmanes no consideran que estos textos sean parte del Corán.
Similitudes entre el Corán, el Tanaj y la Biblia
El Corán retoma las historias de muchos de los personajes y eventos que aparecen en los
libros sagrados de los judíos y los cristianos (El Tanaj, La Biblia) y la literatura devocional
11. (Los libros apócrifos y el Midrásh), aunque difiere en muchos detalles. Ciertos personajes
bíblicos muy bien conocidos, como Adán, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Juan el
Bautista y Jesús son mencionados en el Corán como Profetas del Islam. Sin olvidar a María
(Maryam en árabe), madre de Jesús
12. UNIVERSIDAD AUTONOMA REGIONAL DE LOS ANDES
“UNIANDES”
FACULTAD DE JURISPRUDENCIA
CARRERA DE DERECHO
Semiprescencial
Abril - Septiembre
Zúñiga Orellana Ramiro Marcelo