El bullying implica el maltrato físico y/o psicológico constante que recibe un niño por parte de otros con el objetivo de someterlo y asustarlo, y puede incluir burlas, agresiones, exclusión social, intimidación, aislamiento, acoso sexual e insultos racistas. Cuando un padre descubre que su hijo está involucrado en bullying, ya sea como víctima o agresor, debe notificar inmediatamente a la escuela y, en casos graves, a la policía.