El docente juega un papel fundamental como constructor del éxito de sus alumnos al organizarlos y darles herramientas para comprender y transformar su realidad. La docencia requiere capacitación continua para desarrollar la inteligencia, voluntad y afectividad de los estudiantes a través de los valores morales. El amor que el profesor muestra hacia sus alumnos es lo que realmente construye el aprendizaje, ya que sin amor las enseñanzas carecen de sentido.