El estrés se manifiesta como una descarga en el organismo producto de la acumulación de tensión física o sociológica que afecta casi todos los órganos y funciones del cuerpo. El estrés puede ser positivo y motivar a las personas, o negativo y producir daño al organismo. Las señales más frecuentes de estrés incluyen emociones como ansiedad e irritabilidad, pensamientos como dificultad para concentrarse, y cambios físicos como dolor de cabeza o problemas de sueño.