El estudio implica la adquisición de conocimientos y habilidades mediante métodos como la investigación, la lectura y la reescritura de notas. Algunas técnicas efectivas de estudio incluyen repetir la información para memorizarla, crear organizadores visuales y reescribir notas; estas técnicas ayudan a lograr objetivos como conseguir un trabajo u obtener beneficios personales. El estudio desde una edad temprana permite alcanzar metas a lo largo de la vida.