El experimento estudió la conducta de la obediencia dividiendo voluntarios en guardias y prisioneros en una prisión simulada durante dos semanas. Los guardias comenzaron a abusar de su poder sobre los prisioneros, humillándolos y privándolos de higiene. Un guardia obligó a un prisionero a limpiar un inodoro con su ropa. El experimento terminó prematuramente debido al maltrato.

1. El Experimento
En la universidad de Standford decidieron estudiar la conducta de la represión y la
obediencia, reclutaron un número de voluntarios, los dividieron al azar, entre guardias
y reclusos, y montaron una cárcel en una parte del departamento, durante dos
semanas y la recompensa seria de dos mil dólares.
Durante el tiempo del experimento y vigilados a través de un circuito cerrado de
televisión, se fueron observando las relaciones que tenían los guardias con los
prisioneros, y de cómo surgían poco a poco la lucha por el poder. Al principio se veía
violencia psicológica, pero lo que no se esperaban los prisioneros era que los guardias
iban a abusar del poder que se les había otorgado por los doctores, debido a esto hubo
una constante de maltrato físico y mental y una falta enorme de higiene,
observándose en el momento en que uno de los guardias pide a uno de los prisioneros
limpiar los retretes con su misma vestimenta, denigrando y poniendo en humillación
frente a los demás.
La vida en la “prisión simulada” se rige por 5 normas y si alguien abandona o se
enciende una luz roja, se cancela el experimento y nadie cobra un centavo. La luz roja y
las reglas pasan a ser la nueva religión de los guardias, de esta forma comienza a
ejecutar las órdenes que recibió de un hombre con una bata blanca y hace cumplir las
reglas de ese contexto. El uniforme provoca que Michael no piense, es el un guarda
con una misión, que se cumplan las 5 normas del experimento, ya no es Michael.
1. Deben hacer 3 comidas el día y deben comérselo todo.
2. Tendrán 30 minutos a diario en el patio.
3. Solo se mantendrán en su área
4. No hablarán si no se les pregunta
5. No tocarán a los guardias bajo ninguna circunstancia.
Si alguna de estas reglas no es cumplida por un prisionero, los guardias deben aplicar
una sanción disciplinaria, sin violencia, y de no hacerlo se encenderá la luz roja que
indica el fin del experimento.
Al principio, Michael solo quería ganar dinero y el Michael guardián impone a cualquier
precio el cumplimiento de las normas otorgadas por la organización, el objetivo ya no
es el dinero, el nuevo objetivo son las normas impuestas por el responsable del
experimento, la figura de autoridad. En cuanto comienza el experimento, a los
prisioneros se les despoja de sus nombres y pasan a ser reconocidos por simples

2. números, otra característica más de la situación que ayuda a los guardias a no tratar a
los prisioneros como a seres humanos.
Por otro lado está Travis, que durante el desarrollo de la película, comienza a utilizar la
violencia de forma progresiva al mismo tiempo que crece la asimetría de poder entre
prisioneros y guardianes. Travis comienza con una acción de resistencia pasiva, acorde
a sus principios de no llevar a cabo la violencia, comienza desobedeciendo la orden de
los guardas de terminar la comida y limpiar la bandeja, como forma de protesta ante el
desagradable estado de la comida que les proporcionaban, hasta llegar a desear la
muerte de los responsables del experimento cuando los guardas lo encierran y aíslan
en una cañería de la prisión. Finalmente Travis consigue escapar de la cañería y
comienza a liberar a los presos para dar comienzo a la violenta rebelión final de los
reclusos contra los guardas, en la que Travis apalea ferozmente a Michael.
Michael y Travis realizan acciones que fuera de las condiciones del experimento
rechazarían de forma tajante, pero las características de la situación los obliga a actuar
en contra de sus principios, a actuar con la violencia necesaria para conseguir sus
objetivos, incluso lo que hacen no va en contra de la nueva moral desarrollada en el
insólito contexto en el que se encuentran.
La película nos propone un viaje por la condición más miserable del ser humano, una
muestra de la crueldad que albergan en su interior más profundo, una parte de
nuestra naturaleza que debemos conocer para saber hasta dónde podríamos llegar y
poder frenarla a tiempo.
Sin duda, ninguno de los actores involucrados es el mismo al fin del experimento, que
al inicio en él, pero el poder desnaturalizar y visibilizar el lugar de dominado parece
fundamental, en los tiempos de hoy, para poder ayudar a muchos sujetos a salir de la
encerrona trágica por la que, valga la redundancia, se encuentran dominados.
Reflexión personal:
Independientemente que seamos presos o guardias, todos debemos tener en cuenta
que tenemos derechos y que por más poder que tengamos sobre las personas, no
debemos de abusar de este. Por lo contrario, uno debe aprender y enseñar a la vez,
porque de eso se trata nuestras vidas, uno está en constate aprendizaje.
"No hagas lo que no te gustaría que te hicieran", porque con la regla que mides serás
medido.