El jazz nació en Estados Unidos a comienzos del siglo XX y ha evolucionado en muchos subestilos a lo largo de su historia. La improvisación es una característica clave del jazz, donde los músicos improvisan melodías nuevas sobre progresiones de acordes repetidas. El jazz se basa también en ritmos sincopados y el swing, con instrumentaciones típicas que incluyen secciones de saxofones, trombones y trompetas.