El Modernismo surgió a finales del siglo XIX como una integración de tendencias como el Simbolismo y el Parnasianismo. Representó una resurrección de la angustia romántica ante la inoperancia de la razón. Los modernistas soñaban con paraísos perdidos y añoraban un mundo pasado ordenado. El Modernismo acogió influencias de diversos movimientos como el Parnasismo, el Simbolismo y el decadentismo. Tomó dos vertientes, una esteticista en América y una más sobria en España conocida como la Generación