El documento narra una historia sobre un mono que preside un tribunal. Un lobo acusa a una raposa de robarle, pero en el tribunal ambos litigantes arman un gran escándalo gritando y protestando. El mono juez, desconcertado por el alboroto, finalmente sentencia que ambos deben pagar una multa: el lobo por quejarse de algo que no le robaron, y la raposa por tomar lo que no es suyo. La moraleja es que la justicia sería buena si no la doblara la malicia.