El documento describe la crisis ambiental en Paz de Ariporo, Casanare, Colombia, donde miles de animales han muerto de sed debido a la sequía. Critica la inacción del Ministerio del Medio Ambiente colombiano y de las corporaciones ambientales regionales ante esta tragedia y otros daños ecológicos causados por la ganadería, palma aceitera y empresas petroleras en la región. También señala que el cambio climático ha exacerbado la falta de lluvia, pero que las autoridades usan esto como excusa para no asumir responsabilidades.