¿Como puede el pensamiento científico influir en la gestión empresarial? Este artículo pretender ser una aproximación al tema, desde la perspectiva de la complejidad y el pensamiento crítico.
El pensamiento científico y la complejidad en la empresa
1. EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO Y LA COMPLEJIDAD EN LA
ORGANIZACIÓN EMPRESARIAL
Nelson J. González Nikken.
Consultor empresarial
Marzo del 2014
Email: gonzaleznelson800@hotmail.com
PRESENTACIÓN.
Trabajo, como consultor de empresas y me plantee la interrogante de ¿Cómo
beneficiaría a una organización empresarial la incorporación del pensamiento
científico desde la perspectiva de la complejidad?.
INTRODUCCIÓN
“No olvides que la realidad es cambiante, no olvides que lo nuevo puede surgir
y, de todos modos, va a surgir.” Edgar Morin
El hombre cada día enfrenta una realidad compleja en función de su propia
conservación, que requiere establecer criterios de certidumbre para ejecutar
acciones inmediatas. Estos conocimientos los obtenemos a través del material
provisto por los sentidos y convertido en experiencia a través de la memoria.
Los conocimientos así adquiridos constituyen la fuente común del
conocimiento del hombre enfrentar sus problemas cotidianos. En la medida que
esas certezas inductivas no sean contradicha por otra evidencia y se deba
tomar decisiones inmediatas, se toma tal conocimiento como cierto. Esto que
vale para el hombre en ámbito básico de supervivencia, persiste en nuestra
vida diaria, incluyendo nuestro desempeño en una organización empresarial.
En contraste, el pensamiento científico busca ampliar el conocimiento y buscar
la verdad verificable.
Si razonamos desde la perspectiva científica, dadas nuestras limitaciones y
fragilidad de las certezas que tenemos tanto de los conocimientos como de las
acciones derivadas, debemos ser continuamente autocríticos. Lo anterior nos
indica que no lograremos una verdad concluyente, válida en cualquier
momento o circunstancia; siempre será una certeza provisional y temporal, es
decir, hasta que no sea superada por otra superior. “el método crítico, aunque
debe usar contrastaciones siempre que sea posible, y preferiblemente las
contrastaciones prácticas, puede ser generalizado en lo que yo describí como
la actitud crítica o racional. Argumenté que uno de los mejores sentidos de
"razón" y "razonabilidad" era la apertura a la crítica -disposición a ser criticado,
y deseo de criticarse a sí mismo-; e intenté argüir que esta actitud crítica de
razonabilidad debería ser extendida lo más lejos posible” (Popper, K. R.,
(1962): La lógica de la investigación científica, Madrid, Tecnos.).
Vemos entonces, como en el ámbito científico todo conocimiento debe
someter a la refutación permanente, esto en el desempeño cotidiano es relativo
y no siempre es aplicable, la necesidad de respuesta inmediata nos obliga de
hecho a que en la mayoría de las decisiones que tomamos a diario las
2. hacemos desde nuestro bagaje de certezas o sistema de creencias, sin
cuestionar dichas certezas.
No obstante, es conveniente en determinadas situaciones de nuestra vida
cotidiana y profesional apoyarnos en el pensamiento científico, para evaluar
nuestro razonamiento de forma rigurosa, sistemática y crítica, lo que nos
permite ser más asertivos y adquirir y mejorar conocimientos.
El pensamiento científico nos permite mejorar lo propuesto en el
pensamiento inicial sobre cualquier tema, contenido o problema. Esta forma
razonamiento resulta especialmente útil en el campo profesional, tanto para los
individuos como para las organizaciones ya sean públicas o privadas.
EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO COMO INSTRUMENTO PARA LOS
DESAFÍOS ACTUALES DE LAS EMPRESAS.
“Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la
tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas, todo ello constituye
una fórmula segura para el desastre” Carl Sagan.
En las últimas décadas el desarrollo de la ciencia y la tecnología ha estado
marcado por la aparición y crecimiento de nuevas tecnologías en los campos
de la electrónica, la biología y la mecánica, entre otras.
En efecto, las empresas más exitosas utilizan a la ciencia y la tecnología como
base y soporte de su desarrollo. Estas se encuentran presentes como
elementos asociativos de la sociedad y cultura empresarial, ejemplo de ello
tenemos en la inmensa apuesta a la cultura de la innovación, por ende del
pensamiento crítico-científico transversal a todo el recurso humano de la
empresa.
Por ello es resulta imprescindible una visión sistémica de la realidad. Desde
esta perspectiva no caben juicios reduccionistas como orden y desorden;
simple y complejo; aleatorio y no aleatorio; determinista indeterminista; estable
inestable; local y global; en la interpretación histórica del pensamiento político
económico y social, siguiendo a Karl Popper, estamos entre dos visiones del
mundo: una reaccionaria que añora una comunidad cerrada, perfecta, heredera
de la tribu, y otra, la racional y crítica que persigue la reforma gradual: la
sociedad abierta y global.
“El mundo tecnológico y digital que contextualiza con que se desempeña van
cambiando nuestros modelos de pensamiento, de tal forma que hoy en día
conceptos como la lógica difusa, la ingeniería de software a tiempo “Just in
Time”, la prospectiva científica y tecnológica, entre otros, ya forman parte de
nuestro modelos de raciocinio y de cómo enfrentar las decisiones.”
(BERRIZBEITIA, JORGE LUIS. La Sociedad del Conocimiento en Venezuela:
Del dominio comercial al dominio tecnológico y la lucha por la apropiación del
conocimiento en la “Sociedad de la Información”. Anuario Ininco, Caracas, v.
17, n. 1, jun. 2005.)
3. Para enfrentar con éxito los desafíos que impone este escenario de nuevas
realidades tecnológicas, sociales y económicas, nos podemos servir del
pensamiento crítico, el cual nos puede proveer de nuevas soluciones, de
nuevas teorías a través del método de la ciencia, “con un análisis del método
crítico, el método de ensayo y error: el método que consiste en proponer
hipótesis audaces y exponerlas a las más severas críticas, en orden a detectar
dónde estamos equivocados” (Popper, K. R., 1985, pág. 115).
De allí la necesidad de incorporar el pensamiento científico a nuestra
cotidianidad de nuestra vida empresarial.
LA EMPRESA DESDE LA PERSPECTIVA DE LA COMPLEJIDAD
“La complejidad es rechazo a la simplificación, es la incertidumbre en los
sistemas ricamente organizados, y en teoría, se trata de ir no de lo simple a lo
complejo de los fenómenos, sino de lo complejo a lo más complejo” Edgar
Morín.
La empresa, en este mundo globalizado es, una de las entidades
socioeconómicas fundamentales, y una influencia determinante en el
desempeño tanto en el quehacer de la economía como de la sociedad en
general.
Es sustancial, como veremos, abordar a la empresa, sus actividades, procesos
y organización a través de un razonamiento científico crítico y desde el enfoque
y análisis de “la complejidad” que surge ante la imposibilidad de planificar de
forma lineal en un entorno globalizado.
La situación actual de la empresa como institución, va más allá de su propia
necesidad de éxito y viabilidad e incide directamente en el bienestar de la
sociedad. Para su gestión es forzoso para afrontar multiplicidad de escenarios
que se imponen en esta era de postmodernidad, digitalizada y globalmente
interconectada a través del pensamiento crítico y el conocimiento de la
complejidad.
Una visión de un mundo interconectado en tiempo real, con sociedades y
mercados globalizados demanda la necesidad de innovar en la forma como
abordamos la gestión empresarial.
En este nuevo contexto postindustrial, cobran fuerzas nuevos contextos como:
la sociedad de la información o la sociedad del conocimiento, que tienen un
efecto determinante sobre la gestión de la propia empresa. Nos dice Edgar
Morin, que “problema de la burocracia o de la administración está, en principio,
formulado en términos fundamentales en el plano de la complejidad.” (La
complejidad y la empresa. Edgar Morin).
En efecto, la era de la sociedad del conocimiento demanda la búsqueda
4. continua de innovaciones o mejoras en el modelo de gestión que precisa
reconfigurar todas las funciones empresariales como consecuencia de la
cambiantes necesidades como consecuencia de la generación de nuevas
tecnologías, conocimientos o realidades sociales. Según Popper, es el reto que
hemos asumido en la búsqueda de una hipótesis que como conjetura
posmoderna es provisional y será substituida por otras. (KarlR.Popper. ,
Realismo y el objetivo de la ciencia. Editorial Tecnos. Madrid, 1985)
De la concepción clásica de que el mundo era lineal y de que se establecía el
paradigma de la causalidad, es decir la idea de proporcionalidad entre causas y
efectos, se ha pasado a la difuminación de fronteras. Los sistemas vivos, como
es el caso de los empresariales, son sistemas complejos cuya estructura está
basada en numerosos bucles retroalimentados. En ellos las nociones causa-
efecto se diluyen: la causa es efecto y el efecto es causa; además, la causa y
el efecto pueden estar muy alejados en el tiempo y en el espacio.
“Las organizaciones tienen necesidad de orden y de desorden. En un universo
en el cual los sistemas sufren el incremento del desorden y tienden a
desintegrarse, su organización les permite reconducir, captar y utilizar el
desorden.” Edgar Morin. De hecho, las redes informales, las resistencias a la
colaboración, las autonomías, los desórdenes son ingredientes necesarios a la
vitalidad de la empresas.
Cuanto más compleja es una organización, más tolera el desorden. Esto la
hace más eficaz y competitiva, porque los individuos son aptos para tomar una
iniciativa para arreglar tal o cual problema sin tener que pasar por la jerarquía
central, para ello necesitamos que sean capaz de tener un pensamiento crítico
que tome en cuenta la complejidad. No obstante, el abordar los desafíos
cotidianos de la empresa desde una perspectiva del pensamiento complejo,
finalmente, potencia también la incertidumbre, ya que la empresa como órgano
social a medida que se hace más compleja, incrementa los niveles de
incertidumbres sobre una cantidad de variables y es, por lo tanto,
potencialmente más inestable. Sin embargo “El pensamiento complejo no
rechaza, de ninguna manera, la claridad, el orden, el determinismo. Pero los
sabe insuficientes, sabe que no podemos programar el descubrimiento, el
conocimiento, ni la acción.” todo el texto siguiendo a Edgar Morin. (Ver
también“ Nuevos modelos en la gestión estratégica empresarial del
conocimiento, Dr. D. Ramón Poch Torres).
El interactuar en un mercado globalizado, donde la virtualidad del tiempo, la
ubicuidad y la incertidumbre obligan a ejecutar nuestros acciones desde la
complejidad, lo que exige prever modelos multiples de escenarios de
competencia y así actualizar de manera permanente nuestra competitividad. La
gestión de la complejidad viene determinada por la necesidad de las empresas
de reaccionar con agilidad ante los cambios y lograr adaptarse ventajosamente
a éstos. No hemos de olvidar que la rapidez en recibir nueva información
5. supone que está en condiciones de recibir más y le permite siempre tener ideas
nuevas y actualizadas. “Los retos que plantea la realidad empresarial, con la
cantidad, velocidad y cambios estratégicos que se producen en un entorno
cada vez más caótico o complejo no pueden tener respuesta con métodos
obsoletos basados en las teorías clásicas aristotélicas o cartesianas”. (Nuevos
modelos en la gestión estratégica empresarial del conocimiento Comunicación
del Dr. D. Ramón Poch Torres, Académico de número de la RACEF. ISNI: 0000
0000 5932 1758 Barcelona, 2012)
EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO COMO POLÍTICA EMPRESARIAL.
Este mundo globalizado obliga a las empresas a la búsqueda de medios para
mejorar la competitividad, y eso debe comenzar por el desarrollo del talento de
su personal y es allí donde consigo ver la importancia de incorporar el
pensamiento científico en las dinámicas de desarrollo organizacional.Los
sistemas que integran la empresa no deben permanecer invariables, deben
mutar como consecuencia de la propia dinámica económica, el contexto en el
que se desenvuelve la vida de las empresas cambia y éstas deben adaptarse a
las nuevas situaciones o, de lo contrario, se exponen a no sobrevivir.
Estamos en la era de la sociedad del conocimiento, donde la complejidad y por
ende la incertidumbre y la nuevas formas de entender la realidad nos darán
pistas para entender y si fuera el caso, validar, los planteamientos del
pensamiento crítico y la complejidad como paradigmas de la filosofía de la
incertidumbre y la búsqueda de la verdad, como paradigma de nuestro tiempo.
Con el pensamiento científico-crítico se pueden formular ideas innovadoras y
en someterlas a las más razonables, rigurosas y eficaces refutaciones posibles,
de forma tal de obtener elementos de parciales de asertividad o certidumbre
para la toma de decisiones. Es un modo más inteligente de responder a ciertos
desafíos del mundo exterior. En consecuencia, la necesidad de incorporar el
pensamiento científico en nuestra cotidiana gestión en la empresa ha de
contemplarse como un objetivo fundamental, abordando los cambios
necesarios en los sistemas organizacionales, de gestión, y de innovación.
Una empresa que tiene por política se incorporar y estimular pensamiento
científico podría obtener como resultado mejores empleados y gerentes
dotados de una perspectiva crítica, capaces de construir su propio
conocimiento y compartirlo, orientados hacia el logro de una comprensión
profunda, igualmente, incidiría de manera positiva en la capacidad de innovar y,
desalienta el que los miembros de la organización se conviertan en receptores
pasivos, incapaces de cuestionar y por tanto de mejorar los procesos de la
organización. “Una entidad aprende si, mediante el procesamiento de la
información, cambia la gama de sus potenciales conductas”. George P. Huber,
citado por David A. Garvin. ( Garvin, David A. “Crear una organización que
aprende”. En: Harvard business review: gestión del conocimiento. Bilbao:
Deusto, 2000),
6. Al capacitar y estimular el desarrollo pensamiento científico en la empresa,
está contaría con un personal que es capaz de pensar con una mente
abierta; que cuestiona y formula problemas y preguntas claves con claridad y
precisión; que es capaz de discriminar la información para tomar de ella lo que
es relevante; que usa ideas abstractas y llega a conclusiones y soluciones, y
confronta criterios y estándares establecidos.
Esto, permite un marco donde enfrentamos las necesidades cotidianas de la
organización, desarrollando un ambiente cognoscitivo que permita el diálogo,
debate, reflexión y consenso de ideas entre los miembros de la organización
empresarial, para la generación creativa de nuevas ideas, bajo un método de
observación y exploración de escenarios competitivos y su posible
comprobación en la realidad del mercado, citando a Edgar Morin “Se trata de
ejercitarse en un pensamiento capaz de tratar, de dialogar, de negociar con lo
real.” En otras palabras, la empresa contará con individuos autosuficientes y
responsables para enfrentar las demandas en un mercado globalizado en
permanente cambio e incertidumbre; capaces de defender, ofrecer y criticar
argumentos, apreciando el punto de vista de los demás; de brindar
información, definir, formular hipótesis y resolver problemas, evaluar y obtener
conclusiones.
Ahora bien, no hay almuerzo gratis, esto supondría para la organización
someterse a rigurosos estándares de calidad y contar con una gerencia con
capacidad de tratar en un entorno crítico, lo que supone un compromiso por
superar el egocentrismo, la verticalidad y la reticencia a las nuevas ideas; y la
capacidad para asimilar el cuestionamiento. También, comienza por permitir
canales de comunicación efectiva, que cada quien dé su opinión debidamente
razonada, respetando su contexto de conocimiento.
Asimismo, se deben permitir espacios para la incorporación de esta forma de
pensamiento, y que los sujetos activos, sean capaces de actuar
propositivamente en sus respectivas realidades, y para implementar nuevas
soluciones a los problemas.
Pienso, que para cultivar la forma de pensamiento científico en las
organizaciones empresariales se debe estimular al personal a reflexionar sobre
sus propias experiencias, otorgando un nuevo papel al gerente para que este
sea más que una instancia de autoridad, un instrumento para implementar las
soluciones, mejoras e innovaciones que como resultado del razonamiento
científico de los miembros de la organización empresarial se obtengan.
Entre las estrategias de organizacionales para incorporar el pensamiento
científico estarían: La promoción de la mejora continua, el deseo de cambio, el
trabajo investigativo, el desarrollo del pensamiento crítico y la enseñanza del
método científico como parte de los programas de capacitación de la empresa.
Todo lo anterior se integra en un objetivo mayor que es el de incrementar la
capacidad de mejorar y de innovar de la empresa, haciéndola más competitiva.
7. Por último quiero destacar que de acuerdo a Edgar Morin la solidaridad vívida
que es lo único que permite el incremento de la complejidad.
CONCLUSIÓN.
El pensamiento científico nos permite ver y vivir nuestra realidad, tanto en el
ámbito personal, profesional o corporativo, confiados en la razón, con humildad
intelectual, imparcialidad e integridad. Como ya he apuntado anteriormente, es
ineludible ensanchar los actuales límites de la gestión empresarial, haciendo
especial hincapié en el individuo y sus procesos cognitivos, para dotarlo de una
capacidad de razonamiento crítico, y abierto a la complejidad del contexto, con
una visión gestión estratégica del conocimiento en el ámbito empresarial desde
un enfoque holístico.