Este documento trata sobre la psicología social y sus principales temas de estudio, como el pensamiento social, la acción social y las actitudes. La psicología social estudia cómo las personas se influyen y relacionan entre sí, analizando procesos como la cognición social, la atribución social, los estereotipos, prejuicios y discriminación. Examina cómo nuestras ideas preconcebidas afectan nuestra percepción de los demás y cómo tendemos a sobreestimar la información social negativa.
En el presente ensayo se analizara de manera concreta y en lenguaje claro en la relación de las personas y sus emociones viendo mediante el punto de vista de la psicología social.
En el presente ensayo se analizara de manera concreta y en lenguaje claro en la relación de las personas y sus emociones viendo mediante el punto de vista de la psicología social.
Universidad Técnica Particular de Loja
Ciclo Académico Abril Agosto 2011
Docente: Lic. Sandra Guevara
Carrera: Psicología
Ciclo: Primero
Bimestre: Primero
La Percepción Social y la Cognición SocialRuba Kiwan
El análisis de cualquier comportamiento requiere prestar atención en primer lugar al proceso mediante el cual captamos los estímulos del ambiente. En el caso del comportamiento social estos estímulos son usualmente otras personas y su conducta. Y por otra parte, la Cognición social que estudia cómo comprendemos, recordamos y predecimos la conducta de otros, cómo elaboramos juicios e inferencias y cómo adoptamos decisiones en función de toda esa información.
El pensamiento y la conducta social, Guia psicología III medio
1. LICEO CARMELA SILVA DONOSO
INTERNADO NACIONAL FEMENINO
Departamento de Filosofía
El Pensamiento y la Conducta Social
Esta guía tratará los aspectos más importantes de la Psicología Social, ciencia que estudia la
influencia de la sociedad y la cultura sobre la conducta de los individuos. Las relaciones entre
el individuo y la sociedad son muy complejas y variadas, motivo que ha inspirado durante
siglos a numerosos estudiosos a investigar sobre el tema.
1. La Psicología Social
La Psicología Social es una ciencia muy joven que comenzó a gestarse a partir de los
primeros años del siglo XX con el trabajo de sociólogos y sicólogos.
Se han dado varias definiciones para esta ciencia, pero nos quedaremos con la de Myers
(1995): “Estudio científico de la manera en que las personas piensan unas de otras, se
influyen y se relacionan entre sí”. Todos, en algún minuto de nuestras vidas, nos hemos
preguntado qué piensan los demás, cómo podemos influir en su conducta, por qué tenemos
prejuicios hacia ciertos grupos, cómo llegamos a querer a ciertas personas, etc.
La Psicología Social tiene lazos entre dos ciencias distintas: La Psicología y la Sociología,
pero con una perspectiva propia. Los psicólogos y los psicólogos sociales tiene en común su
interés por el individuo, pero el psicólogo social va más allá al preguntarse cómo se perciben
y se afectan los individuos unos a otros. A su vez, la Sociología y la Psicología Social
estudian los grupos, pero mientras que los sociólogos se centran en el grupo como tal, desde
los más pequeños hasta los más grandes, los psicólogos sociales se interesan por la influencia
de los grupos en el individuo. En definitiva, la Psicología social adopta el supuesto de que
determinados procesos psicológicos inciden en la forma de funcionar de la sociedad, y
también recoge la idea de que los procesos sociales determinan las características de la
Psicología humana. El objeto de la Psicología social es, por tanto, la interacción entre el
individuo y la sociedad.
Los temas que estudia la sicología social son muy variados, pero pueden ser agrupados en
torno al pensamiento social y la acción social.
2. El Pensamiento Social.
En el semestre pasado estudiamos los procesos sicológicos desde lo que nos dice la psicología
cognitiva. Analizamos cómo se desarrolla el conocimiento de la realidad en el ser humano, y
pudimos darnos cuenta de que todo el tiempo estamos desarrollando complejos procesos
mentales, de los cuales la mayor parte del tiempo no tenemos conciencia...Algo similar ocurre
aquí...La mayor parte del tiempo estamos en contacto con la sociedad; la mayor parte del
tiempo estamos con otros, en continua interacción, y en gran medida nuestros pensamientos
están dirigidos hacia otros. En este sentido, estudiar la Cognición Social supone analizar la
capacidad de la mente para procesar la información acerca de los demás. El tema es entonces
¿cómo actúa nuestro pensamiento social? ¿Es efectivo? ¿Es objetivo?...Veamos algunas leyes
que los psicólogos sociales han descubierto y que nos ayudarán a saber cómo pensamos
acerca de los demás:
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2. ☻ “Nuestras preconcepciones controlan nuestras interpretaciones y recuerdos”: Las
ideas preconcebidas dirigen nuestra forma de percibir, interpretar y recordar la información.
Lo mimo sucede con la percepción social. Así, los simpatizantes de algún partido político casi
siempre perciben a sus opositores como poco consistentes, poco inteligentes, crueles,
exagerados, poco objetivos, etc.
Nuestros recuerdos también están controlados por nuestras creencias, ya que los adaptamos a
nuestro conocimiento actual, y con ello reconstruimos nuestras experiencias sociales. El
investigador norteamericano James Croxton (19849 pidió a estudiantes que hablaran con
alguien durante 15 min. Quienes fueron informados de que la persona con la que habían
hablado manifestó que había simpatizado con ellos, recordaron la conducta de esa persona
como relajada, tranquila y feliz. Sin embargo, a quienes se les dijo que la persona había
mostrado poco interés por ellos, la recordaron nerviosa, intranquila y amargada.
☻Efecto del falso consenso: creemos que los demás piensan como nosotros: Se ha
demostrado que los estudiantes, por ejemplo, tienden a sobrestimar la proporción de
compañeros que concuerdan con sus actitudes o pensamientos sobre las drogas, el aborto, la
política los colores o las marcas de ropa.
☻En general, prestamos más atención a la información social negativa: Si un conocido
nos comenta siete aspectos positivos de una persona y sólo 1 o 2 negativos, nos concentramos
y tendemos a recordar estos últimos. Del mismo modo, si alguien nos sonríe diez veces
durante una conversación, pero nos frunce el ceño solo una vez, probablemente recordaremos
su actitud como negativa.
3. La Atribución Social.
Cuando nos relacionamos con otras personas examinamos continuamente su conducta y
tratamos de averiguar por qué hacen lo que hacen. Conocer las causas de su comportamiento
es muy importante para nosotros porque influirá en nuestras actitudes respecto a esas
personas. La atribución es el estudio de esos procesos por los que tratamos de conocer las
causas del comportamiento de los demás. Supongamos que alguien nos empuja. Nuestra
respuesta será diferente si atribuimos el empujón a su deseo de causarnos daño o la mala
suerte de un tropiezo. En el primer caso atribuimos la causa a factores internos de la
personalidad del otro; en el segundo caso, consideramos que la causa es una circunstancia
particular externa. Según la teoría de la atribución de Heider (1958), tendemos a explicar el
comportamiento de las personas por causas internas (disposiciones: motivos, actitudes), o por
causas externas (situación personal)
.
La atribución no siempre es un proceso racional, sino que es vulnerable a cierto tipo de
sesgos, tendencias que pueden inducirnos a cometer errores en relación con las causas de la
conducta de los demás. El error fundamental de la atribución consiste en la tendencia a
sobreestimar los factores disposicionales, como los rasgos de la personalidad, y a subestimar
los situacionales, como las circunstancias concretas.
Otro error importante es el sesgo de servicio, es decir, la tendencia a atribuir los resultados
positivos a nuestros propios rasgos personales y los negativos a las circunstancias que escapan
de nuestro control. Esta tendencia parece estar relacionada con el deseo de preservar nuestra
autoestima o nuestra imagen ante los demás. Este sesgo puede tener efectos importantes en la
relación con los otros, ya que hay personas que tienden a justificar y excusar las acciones
negativas que cometen y a considerar imperdonables las mismas acciones cometidas por
otros.
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3. 4. Las Actitudes: Estereotipos, Prejuicios y Discriminación
Las actitudes son nuestras predisposiciones a responder de una determinada manera a los
estímulos favorables o desfavorables que nos provoca algo (grupos o situaciones) o alguien.
Según el modelo de Rosenberg y Houland (ver figura 1) las actitudes tiene 3 componentes:
cognitivo, afectivo y conductual. El Componente Cognitivo consta del conjunto de
informaciones que el sujeto conoce acerca del objeto de su actitud. La asociación entre el
objeto y la evaluación deriva del conocimiento detallado del objeto.
El Componente Afectivo consta de los sentimientos que produce dicho objeto. La asociación
entre el objeto y la evaluación surge de experiencias intensas, de carácter positivo o negativo,
con dicho objeto.
El Componente Conductual incluye las tendencias, disposiciones e intenciones hacia el
objeto. La asociación entre el objeto y la evaluación surge poco a poco por la implicación
conductual de la persona con el objeto.
Los tres componentes coinciden en un punto: todos ellos son evaluaciones del objeto de la
actitud. Así, las creencias pueden ser favorables o desfavorables; los sentimientos. Positivos o
negativos, y el comportamiento, de apoyo u hostil.
Las actitudes no son innatas, sino que se forman a lo largo de la vida. Se mantienen estables
en el tiempo y, por lo tanto, son relativamente resistentes al cambio. Tienen un carácter
selectivo sobre la conducta, ya que por ellas se pueden esperar ciertas opciones de
comportamiento. También son poco observables directamente, de modo que han inferidas a
partir de la conducta verbal y no verbal del sujeto.
Cuando el componente cognitivo de las actitudes es demasiado simple y rígido, y se asocia
con individuos o grupos sociales, se denomina estereotipo. Los estereotipos a menudo
cumplen una función adaptativa, ordenando y simplificando la información que necesita el
sujeto para actuar con rapidez. Pero otras veces pueden ser destructivos, si se olvida que
contienen una información limitada e inadecuada para referirse a todos los individuos de una
población.
Los prejuicios son sentimientos negativos o positivos fundados en creencias estereotipadas.
Con frecuencia los prejuicios están vinculados a comportamiento hostil o favorable hacia una
persona un conjunto de personas, en razón de su pertenencia a un grupo y no por méritos
propios. Este comportamiento se denomina discriminación.
Fig. 2
COMPONENTE DE LA ACTITUD
EJEMPLO DE RACISMO
Cognitivo
Creencias sobre un grupo
Estereotipo racial
Afectivo
Sentimientos hacia el grupo Prejuicio racial
Conductual
Comportamientos con el Discriminación racial
grupo
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