Dos estadounidenses fueron invitados a enseñar sobre ética y moral basada en principios bíblicos en escuelas y orfanatos rusos. En un gran orfanato con casi 100 niños abandonados, les contaron la historia de la Navidad. Al terminar, les dieron materiales para hacer pesebres. Un niño de 6 años, Misha, hizo dos bebés en el suyo: contó que Jesús lo invitó a quedarse con él en el pesebre para darle calor, el mejor regalo. Conmovido, Misha lloró