El Pozo de Banfield. Trabajo realizado por Alumnos
1.
2. ¿Qué es un centro
clandestino de detención?
Los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio, también
llamados CCDTyE —o CCDyE o CCD— por sus siglas, fueron
instalaciones secretas empleadas por las Fuerzas Armadas, de
Seguridad y policiales de Argentina para torturar, interrogar, violar,
mantener detenidas de forma ilegal y finalmente asesinar a personas.
Los primeros fueron instalados en 1975, durante el gobierno
constitucional de María Estela Martínez de Perón. Su cantidad y uso se
generalizaron a partir del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976,
cuando tomó el poder el Proceso de Reorganización Nacional, para
ejecutar el plan sistemático de desaparición de personas en el marco
del terrorismo de Estado.
Con la caída de la dictadura y la asunción del gobierno democrático de
Raúl Alfonsín el 10 de diciembre de 1983, los CCD dejaron de funcionar,
aunque existen pruebas de que algunos de ellos continuaron en
funcionamiento durante los primeros meses de 1984.
3. ¿Qué fue el Pozo de
Banfield?
El Pozo de Banfield fue uno de los 230
centros clandestinos que funcionaron
en la provincia de Buenos Aires
durante la última dictadura cívico
militar.
El Pozo de Banfield tenía la
particularidad de ser un centro de
recepción y permanencia transitoria
de detenidos, pero cobró macabra
notoriedad por ser un lugar en el que
se practicó tortura sistemática y
violencia sexual, como parte de una
estrategia militar de deshumanizar a
las personas secuestradas.
Tuvo también, la particularidad de
empezar a operar como tal durante el
gobierno constitucional de María
Isabel Martínez de Perón. y formaba
parte del Circuito Camps (red de
centros clandestinos).
4. Ubicación y
arquitectura
Tenía tres plantas: en la planta
baja se encontraba la oficina del
jefe, la sala de torturas y otras
dependencias.
En el primer piso había
calabozos, oficinas, comedor,
casino de personal, cocinas y
baños, mientras que en el
segundo piso había más celdas
de apenas 1,50 por 2,50 metros y
sanitarios. En ese piso, en total,
había 24 calabozos, divididos en
dos sectores para hombres y
mujeres.
El edificio de tres pisos está
ubicado en la intersección de las
calles Siciliano y Vernet en Villa
Centenario a dos cuadras del
Camino Negro
5. Desaparecidos
Un total de 309 personas, entre
ellas ciudadanos uruguayos,
paraguayos y chilenos, fueron
alojadas en este centro. De ellas, 97
aún permanecen desaparecidas y 5
fueron liberadas y posteriormente
asesinadas. Entre los prisioneros
había cuatro mujeres que dieron a
luz, cuyos hijos continúan sin ser
identificados. Se considera que una
de las principales funciones de
este centro ilegal fue albergar a
detenidas durante los últimos
meses de embarazo, para disponer
luego de los recién nacidos,
quienes eran separados de sus
madres.
En este sitio fueron alojados los
estudiantes platenses
secuestrados durante la Noche de
los Lápices, en 1976.8
6. La vida cotidiana en el
pozo
El Pozo Banfield se caracterizó por
tener alojada gran cantidad de
personas en comparación a la
extensión de la estructura física.
En el segundo piso había tres y
hasta cuatro mujeres por
calabozo y hasta seis hombres.
La limpieza del sitio así como
también el aseo personal eran
bienes escasos, de tal manera
que a las condiciones de
hacinamiento, se le agregaban la
falta de posibilidades de higiene y
la proliferación de piojos.
En cuanto a la alimentación la
misma era absolutamente
insuficiente, comiendo una vez
por semana en algunos casos.
7. Plan Condor:
ciudadanos
uruguayos
El Pozo de Banfield constituyó, sin
duda, un centro de operaciones del
Plan Cóndor en cuanto a la
coordinación represiva entre la
Argentina y la República Oriental
del Uruguay. Prueba de ello es la
gran cantidad de ciudadanos de
origen uruguayo que estuvieron
alojados en dicho lugar así como el
caso de un matrimonio argentino
con su hija argentina de menos de 2
años de edad, que habiendo sido
aprehendido en el Uruguay, fue
trasladado a esa dependencia
policial.
Treinta y dos fueron los ciudadanos
uruguayos de los cuáles se tiene
registro que permanecieron en
cautiverio en el Pozo de Banfield.
8. El hospital
Una característica distintiva del
Pozo de Banfield fue el gran número
de embarazadas que fueron vistas
en ese lugar. Tan es así que era
denominado en forma eufemística
“El Hospital”. Según los testimonios
analizados a los que se ha sumado
la información disponible en la
Asociación Abuelas de Plaza de
Mayo, estuvieron secuestradas en
el “Pozo de Banfield” veintiún
mujeres embarazadas o que dieron
a luz inmediatamente antes de
llegar. Existen pruebas fehacientes
de que ocho dieron a luz mientras
estaban en cautiverio en el Pozo de
Banfield: Stella Maris Montesano,
Mónica Lemos, Eloísa Castellini,
Aída Sanz, Gabriela Carriquiriborde
(15 años), Yolanda Casco, Cristina
Navajas y Mary Artigas, todas ellas
continúan desaparecidas.
9. La noche de los
lápices
La noche del 16 de septiembre de
1976 y en los días sucesivos, un
grupo de jóvenes militantes de la
Unión de Estudiantes
Secundarios (UES) y de la
Juventud Guevarista fueron
secuestrados en la ciudad de La
Plata en el hecho que se
recuerda como “La Noche de los
Lápices”. Tenían entre 14 y 17
años. El operativo fue realizado
por el Batallón 601 del servicio
de Inteligencia del Ejército y la
Policía de la Provincia de Buenos
Aires, dirigida en ese entonces
por el general Ramón Camps y
Miguel Etchecolatz. Siendo este
lugar, el Pozo de Banfield, el
ultimo destino en muchos casos.
10. Historias del hospital y nutrición inhumana.
Adriana Calvo dio a luz mientras era llevada al Pozo de Banfield, Silvia Isabella Valenzi (desaparecida) en el Hospital
de Quilmes; Liliana Ross (desaparecida) tuvo mellizos en la cárcel de Olmos, detenida ilegalmente; Celina Márquez,
Silvia Negro y Nelfa Suarez mientras estaban detenidas legalmente; María Adelia Garín (desaparecida) en lugar
desconocido. Dos abortaron a causa de las torturas: Lucía Marrocco y Gladys Pujol (desaparecidas). Liliana Isabel
Acuña, Blanca Altamnn Levy, Mónica Grispon y Silvia Muñoz, fueron vistas embarazadas en el Pozo de Banfield y no se
sabe si llegaron a dar a luz.
Una de las niñas (Teresa Laborde Calvo) fue liberada junto a su madre del Pozo de Banfield, no se conoce con certeza
el destino de los hijos de Celina Márquez, de Nelfa Suarez y de Silvia Negro aunque probablemente hayan sido
liberados junto con sus madres.
De los hijos de las restantes 15 embarazadas, 4 fueron restituidos a sus verdaderas familias muchos años después
(Carmen Gallo Sanz, Carlos D’Elía Casco, Victoria Moyano Artigas y María José Lavalle Lemos) y 8 continúan en calidad
de desaparecidos.
Sobre la comida, así relata un sobreviviente: “… se comía esporádicamente– por ejemplo en una semana sólo
comimos una vez -. Que lo habitual era comer una sola vez en el día, siempre comida fría, guisos grasientos que eran
servidos en fuentones … “. Otras personas expresaban “Solamente salíamos, para comer de la celda, una vez cada
dos días.”. “ En Banfield la tortura era la comida, que la escupían. El Tano, guardia de Banfield… sacaba del sancoche
que nos daban de comer una especie de guiso con bastante grasa y poco alimento los pedazos más grandes no sé
si de carne o mondongo y se lo daba a los perros”.
11. La higiene, el traslado de uruguayos y un
gran juicio.
Sobre los baños así lo atestiguan dos mujeres que permanecieron en cautiverio “En cada celda había tres o más
mujeres y el inodoro era una botella de lavandina cortada arriba (recipiente plástico de 20 cm. de alto por 10 cm de
diámetro) … Esa misma noche me dejaron a cuatro cuadras de la casa de mis padres, con mi beba en brazos con un
camisón y ojotas, sin documentos y plagadas (las dos) de piojos ”. Otro sobreviviente narra: “El baño era una vez por
semana, siempre vendados y semidesnudos, todos juntos mujeres y varones, ocasión en que los guardias
permanentemente molestaban a las mujeres. En cuanto a las necesidades personales debían hacerse en la misma
celda (orina) o en un tachito o en un rincón de la misma, no pudiendo defecar más que cuando algún guardia se le
ocurría llevarnos”.
Por el traslado de extranjeros una sobreviviente da cuenta de esa metodología: “durante el período en el que
estuvimos en el mismo sector ambas me dijeron que la mayoría de los uruguayos habían sido torturados y que cinco
detenidos al mismo tiempo que ellos o alrededor de la misma fecha habían sido trasladados a Uruguay
clandestinamente.” Asimismo Chamorro manifiesta respecto del matrimonio Logares que: “ habían sido trasladados
clandestinamente desde el Uruguay lugar de su detención, a la Argentina a mediados de mayo de 1978”.
En octubre de 2020 fue fecha en el que definió el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata para dar inicio al juicio que se
juzgó a 14 represores, entre ellos Miguel Etchecolatz y el médico policial Jorge Berges, imputados de delitos de lesa
humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar en los centros clandestinos de detención, tortura y
exterminio ("Pozo de Banfield" y "Pozo de Quilmes"). Se espera el testimonio de 400 testigos, sobrevivientes y
familiares.
12. Memoria: Dardo
Dorronzoro, escritor
desaparecido
Vamos a ver,
mejor dicho tendríamos que ver,
mejor dicho ya hemos visto mucho
de lo que hay que ver,
hemos visto mucho pero no hemos
tocado,
mejor dicho nos han tocado, nos
han apaleado, nos han enjaulado,
y hemos tenido poco,
mejor dicho no hemos tenido nada,
mejor dicho hemos tenido hambre,
a veces, dolor en los huesos,
dolor en las uñas, dolor en las
tripas, dolor en los hijos, dolor en la
sangre,
nunca hemos tenido otra cosa,
mejor dicho nos han tenido,
mejor dicho nos han dado vuelta del revés y del derecho,
mejor dicho nos tienen,
mejor dicho nos beben y nos respiran,
mejor dicho nos empaquetan,
mejor dicho nos empaquetan y nos despachan,
mejor dicho nos entierran sin muchos honores,
mejor dicho nos tiran a un pozo cualquiera,
pero vamos a ver,
mejor dicho tendríamos que ver,
mejor dicho tendríamos que hacer algo,
mejor dicho no solamente tocar la guitarra,
mejor dicho no solamente decir que somos bravos,
mejor dicho tendríamos que agarrar al mundo por las cuatro puntas,
mejor dicho agarrar el mundo y darlo vuelta para que caiga todo lo que no sirve,
mejor dicho para que caiga toda la basura.
13. Memoria de la memoria
Imagen de los secuestrados El mismo lugar ahora
14. Su final y en la
actualidad
Tras el retorno de la democracia en 1983, el centro
continuó siendo una dependenciade la PPBA. En
2006 y a pedido de organizaciones sociales, el
espacio fue cedido a la Secretaría de Derechos
Humanos de la Provincia de Buenos Aires para
construir un Sitio de Memoria.
El 30 de agosto de 2006 el Decreto 2.204/06
desafectóel uso del inmueble a favor de la
Secretaríade Derechos Humanos con destino al
funcionamiento de un Espacio para la Memoria,
Promoción y Defensa de los Derechos Humanos.
En 2021 se desarrolló un plan de intervención con
la participación de una profesional en
conservación del Patrimonio que intervino las
celdas del primer piso y segundo piso y el sector
utilizado como maternidaddel ex CCD, realizando la
limpieza de rastros del uso de esos lugares y la
consolidación material de las superficies.
Estas tareas permitieron que por primera vez desde
la recuperación del inmueble en el año 2006, se
pudieran hacer recorridos guiados con
instituciones educativas, organizaciones, vecinos y
vecinas y desde marzo de este año han participado
de las actividades en el Espacio aproximadamente
4500 personas.