La empresa sostenible: Principales Características, Barreras para su Avance y...
Pueblo originario (2)
1. El tema que trabajarécon mis alumnos del 6to grado es
a) La vida de los indígenas en los ingenios azucareros.
b) Tiempo a trabajar: 2 semanas
ACTIVIDADES:
-Observarán elsiguiente video
https://www.youtube.com/watch?v=BxjJASQMnpU
-Conversaremos acerca delo observado
-Realizar una lluvia de ideas acerca del ingenio azucarero.
-Recibiran la reseña del texto Rincon Bomba de Arturo M. Lozza
Así fueron los hechos
En marzo de 1947 miles de hombres, mujeres y niños comenzaron la
marcha desde Las Lomitas, en Formosa, hasta Tartagal, en Salta. Eran
braceros pilagás, tobas, mocovíes y wichís. Les habían prometido trabajo
en el Ingenio San Martín de El Tabacal, propiedad del magnate Robustiano
Patrón Costas.
Les iban a pagar 6 pesos por día. Eso justificaba esa caminada de días y
noches, más de cien kilómetros con hambre, cargando penurias y
humillaciones. En abril llegaron a El Tabacal, seinstalaron en las
inmediaciones y empezaron a trabajar en la caña de azúcar. A trabajar
todos, mujeres y chicos también. Pero cuando fueron a cobrar llegó la
estafa: les quisieron pagar solo 2,50 pesos por día. Los caciques
protestaron.
Pidieron un encuentro con don Robustiano o cualquiera otra autoridad del
ingenio. Nadie los escuchó. Pocos días después, Patrón Costas dio la orden
de echarlos sin ninguna consideración.
Miles de indígenas –se estima que eran 8.000- con escasísimos alimentos
que les dieron pobladores de El Tabacal, emprendieron la retirada a Las
Lomitas. Otros más de cien kilómetros a pié con níños, ancianos y el
hambre que sefue acumulando en cuerpos huesudos y panzas
2. desnutridas. Seinstalaron en un descampado llamado Rincón Bomba,
cercano al pueblo. Encontraron allí no sólo un madrejón que les
proporcionaba agua, un recurso fundamental teniendo en cuenta el lugar
hostil y las elevadas temperaturas, sino también compañía: ahí asentaban
grupos de su misma etnia.
Estaban agotados y enfermos. Recuerdan algunas pocas crónicas de la
época y lo confirman las presentaciones de los abogados García y Díaz, las
madres indígenas recorrían las calles de Las Lomitas y de los parajes
vecinos para pedir un poco de pan. La estafa que había protagonizado
Patrón Costas contra los braceros sefue corriendo de boca en boca. Por
aquel entonces Formosa no era provincia, los gobernantes eran
designados por el poder central, es decir, por el presidente Juán D. Perón.
Los pilagás decidieron formar una delegación para ir a pedir ayuda. Al
frente se pusieron tres caciques, Nola Lagadick, Paulo Navarro (Pablito) y
Luciano Córdoba. Hablaron con la Comisión de Fomento. Y también con el
jefe del Escuadrón 18 deGendarmería Nacional, comandanteEmilio
Fernández Castellano. El Presidente de la Comisión de Fomento se
comunicó con el gobernador de Formosa, Rolando de Hertelendy, y éste
con el gobierno nacional. Al enterarse, el presidente Juan Domingo Perón
mandó inmediatamente tres vagones de alimentos, ropas y medicinas.
Los tres vagones llegaron a la ciudad de Formosa a mediados de
septiembre. Pero el delegado de la Dirección Nacional del Aborigen,
Miguel Ortiz, dejó los vagones abandonados en la estación tras ser
despojados demás de la mitad de sus cargas. Salieron diez días después y
llegaron a Las Lomitas a principios de octubre. Los alimentos estaban en
estado de putrefacción. Pero aún así los repartieron en el campamento
indígena. Las consecuencias fueron de espanto: al día siguiente
amanecieron con fuertes dolores intestinales, vómitos, diarreas,
desmayos, temblores, por lo menos cincuenta indígenas murieron, en su
mayoría niños y ancianos.
Al principio fueron enterrados en el cementerio de Las Lomitas, luego les
cerraron las puertas y los cadáveres tuvieron que ser llevados al monte.
Cuentan que noche tras noche retumbaban los instrumentos en las
3. ceremonias mortuorias. La indignación fue lógica. Las crónicas locales
propalaron la versión de que la bronca se convertiría en estallido contra
los habitantes y se infundió miedo.
Los indios denunciaron que habían sido envenenados. El presidentede la
Comisión de Fomento de Las Lomitas, a su vez, fue a hablar varias veces
con el comandantede los gendarmes. Le decía que el pueblo tenía miedo
que los hambrientos los atacaran… Obvio, después de las muertes por
alimentación podrida, este rumor creció. La Gendarmería rodeó el
campamento indígena con cien gendarmes armados y prohibió a los
pilagás entrar al pueblo.
Frente a tanta agresión y desprecio, el cacique Pablito pidió hablar con el
comandante. El oficial aceptó encontrarseen el atardecer, pero a campo
abierto. Allí estuvieron. Era el 10 de octubre. El cacique avanzó seguido
por más de mil mujeres, niños, hombres y ancianos pilagás con retratos de
Perón y Evita. Enfrente, desdeel monte vecino, cien gendarmes los
apuntaban con sus armas. Los indios habían caído en la trampa. El
segundo comandante del Escuadrón, Aliaga Pueyrredón, dio la orden y las
ametralladoras hicieron lo suyo. Cientos de pilagás cayeron bajo las
ráfagas. Otros lograron escapar por los yuyales pero la Gendarmería se
lanzó a perseguirlos: “queno queden testigos”, era la consigna de los
matadores.
La persecución duró días hasta que fueron rodeados y fusilados en Campo
del Cielo, en Pozo del Tigre y en otros lugares. Luego -señala la
presentación de los abogados-, los gendarmes apilaron y quemaron los
cadáveres. Según la presentación ante la Justicia, fueron asesinados de
400 a 500 pilagás. A esto hay que sumarle los heridos, los más de 200
desaparecidos, los niños no encontrados y los intoxicados por aquellos
alimentos en mal estado. En total, se calcula que murieron más de 750
pilagás, wichís, tobas y mocovíes.
Los diarios de aquel tiempo dieron informaciones muy confusas sobrelo
que había sucedido, pero ninguno señaló al gran responsable, alhombre
fuerte de la oligarquía, dueño del ingenio San Martín, don Robustiano
Patrón Costas. Es más, algunos medios informaban de una sublevación. El
4. diario “Norte” del 11 de octubreescribió –una rutina tan presente en
todas las dictaduras genocidas- que hubo enfrentamientos armados.
“Extraoficialmente informamos a nuestros lectores –señalaba- que en la
zona de las Lomitas se habría producido un levantamiento de indios. Los
indios revoltosos pertenecen a los llamados pilagás quienes, según las
confusas noticias que tenemos, vienen bien provistos dearmas (…) Ya se
habrían producido algunos encuentros, no se sabesi con los pobladores
de la zona o con tropas de la Gendarmería Nacional”. A nivel del gobierno
se trató de ocultar todo.
Hoy quedan aún pilagás que vivieron la masacrede Rincón Bomba y están
dispuestos a dar su testimonio. Uno de ellos es el actual cacique Alberto
Navarrete, un anciano que habla un castellano articulado como si fuera el
idioma pilagá, y que le dijo a la enviada de la revista “Momarandu” que
recordaba que era pequeño cuando ocurrieron los hechos. El era uno más
de los que regresaban de Salta despedidos del ingenio San Martín. “Yo me
estoy acordando del ´47. Gente amontonada en madrejón. Gendarmería
disparó. Nosotros pudimos correr almonte. Yo visto eso. Yo declaré eso.
Era 6 de la tarde. No teníamos armas nosotros. Correr nomás. Ellos tenían
ametralladoras… No sabemos que pasó con todos, con las tolderías. Antes
ya habían muerto envenenados. Yo visto eso. Muchos visto tirados, no se
si los enterraron. Nosotros queremos saber”.
Las excavaciones fueron autorizadas en diciembre de 2005 por el juez
federal formoseño Marcos Bruno Quinteros, en el predio cercano a Las
Lomitas que desde 1987 pertenecea Gendarmería. Otro sobrevivientede
la masacrecolaboró con la identificación de la zona, ahora convertida en
un bosquecito. Sin embargo, las exhumaciones debieron suspenderseel
30 de diciembre del 2005, a pocos días de iniciarse, por la feria judicial. Los
patrocinadores de la causa resolvieron pedir ayuda económica a Nación
porqueconsideran que están ante una tarea de investigación que
demandará meses de trabajo en el lugar.
5. Estamos pues a sesenta años de la masacre, no vaya a ser que con la
excusa de la falta de presupuesto en el Poder Judicial, todo siga tapado.
Actualmente existen unos 10.000 pilagás repartidos en 19 comunidades
en el centro de la provincia de Formosa. Antiguamente fueron cazadores y
recolectores. Entre los frutos que recolectaban estaban los del algarrobo,
chañar, mistol, tuna y del molle.
-Realizarán lectura compensiva.
-Realizarán un breve informe.
-Fabricarán folletos o un breve diario escolar con el fin de informar y
conocer nuestra historia.
-Subirán a la página oficial de la institución lo trabajado.