Este poema de Federico García Lorca narra la historia de un niño gitano que contempla la luna desde una fragua. La luna intenta convencerlo de dejarse llevar por la muerte antes de que lleguen los gitanos a buscarlo. Finalmente, la luna se lleva al niño con ella mientras los gitanos lloran dentro de la fragua. El poema utiliza varios símbolos como la luna y los metales para representar la muerte.