El poema presenta un diálogo entre el yo poético y tres mujeres. La primera es morena y apasionada, la segunda es rubia y tierna, pero él las rechaza a ambas para elegir a la tercera, una mujer misteriosa e inalcanzable descrita como un sueño etéreo.
2. —Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
—No es a ti, no.
—Mi frente es pálida; mis trenzas, de oro:
puedo brindarte dichas sin fin;
yo de ternura guardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
—No, no es a ti.
—Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible.
No puedo amarte.
—¡Oh ven; ven tú!
R
I
M
A
X
I
3. I. CONTEXTUALIZACIÓN
Esta rima pertenece a Gustavo Adolfo Bécquer,
sevillano nacido en 1836. Es un romántico tardío, y
aunque en vida alcanzó cierta fama, no fue hasta su
muerte, tras la recopilación y edición de sus Rimas
por parte de sus amigos, cuando alcanzó el prestigio
por el cual es considerado uno de los poetas
románticos españoles más importantes. También
destacó como prosista, siendo las Leyendas su obra
más destacada, colección de relatos fantásticos y
legendarios en las que se reflejan todas las
características de la literatura romántica.
De carácter melancólico y tímido, descubrió pronto su vocación literaria. Gran parte de su
vida la pasó en Madrid, donde llevó una vida bohemia, llena de dificultades económicas.
Trabajó como periodista y como censor, puesto que perdió tras la revolución liberal
conocida como La Gloriosa.
Toda su vida estuvo enamorado de Julia Espín, cantante de ópera a la que le dedicó algunas
de sus rimas (Tu pupila es azul…), pero la dama lo consideró como un mal partido y lo
abandonó. Despechado, se casó precipitadamente con Casta Esteban, y cuyo matrimonio
sufrió continuos altibajos con sucesivas riñas e infidelidades.
De salud débil a causa de la tuberculosis, murió sumido en la pobreza en Madrid en 1870.
4. II. TEMA
Elección como amada de la mujer ideal, misteriosa,
desdeñosa e inalcanzable, frente a la mujer real y tangible.
5. III. RESUMEN
El yo poético rechaza a dos mujeres que le ofrecen su amor. Una
es morena, símbolo del amor apasionado; la otra es rubia, y
encarna la ternura y el amor dulce; en cambio, él prefiere amar a
la tercera, a pesar de que se describe a sí misma como un sueño
inalcanzable y que, por ello, no podrá corresponderlo.
6. IV. ESTRUCTURA
A) ESTRUCTURA EXTERNA
Esta rima está formada por tres estrofas de cuatro
versos decasílabos (arte mayor), en la que los versos pares
riman en asonancia aguda, mientras que los pares lo hacen
en consonante.
Cada una de las estrofas se remata con un último
verso en el que la dama le pregunta al yo poético si es a ella
a la que busca y este expresa su respuesta.
7. B) ESTRUCTURA INTERNA
Se identifican claramente tres partes en este
poema, y cada una de ellas coincide con cada
estrofa, escenificando así los tres diálogos que el yo
poético mantiene con cada una de las mujeres que
se le ofrecen.
En la primera estrofa (vv. 1-4), el yo poético
rechaza el ofrecimiento de una mujer morena,
ardiente y sensual.
Igual sucede en la segunda estrofa (vv. 5-8), en
la que se le ofrece una mujer rubia que encarna el
amor tierno y delicado. De la misma manera que
ocurrió en la estrofa anterior, el yo poético la
rechaza.
Por último, en la tercera estrofa (vv. 9-12),
escuchamos el ofrecimiento de una mujer
incorpórea, misteriosa, que afirma que no lo podrá
amar. Esta última estrofa se remata con el deseo
del yo poético de que sea esta la que se acerque a
él.
IV. ESTRUCTURA
8. V. COMENTARIO ESTILÍSTICO
En este texto poético dialogado podemos apreciar que, a pesar de su aparente
sencillez, Bécquer utiliza un importante número de recursos estilísticos.
En primer lugar, salta a la vista la estructura paralelística del poema en la
presentación en tres estrofas de los ofrecimientos de las tres mujeres. Este
paralelismo se hace más evidente en los dos versos finales en los que el yo poético
declina las proposiciones de las dos primeras mujeres.
En la primera estrofa, en los vv. 1 y 2, encontramos igualmente una estructura
paralelística (suj+v+atributo) con el que la primera mujer se describe al poeta. En el v.
3, observamos el uso del hipérbaton, habitual en la poesía de Bécquer, con el que
rompe el orden natural de las palabras. El último verso de esta estrofa encierra en
forma interrogativa la pregunta de la dama sobre si ella es la elegida y la respuesta
negativa del protagonista. Este último verso se relaciona directamente con el último
de la segunda estrofa, ya que ambos expresan la negativa de este utilizando
igualmente una estructura paralelística. Resalta también el uso de la antítesis entre la
1ª persona (“yo”, “soy”, “mi alma”, “mí”, “me”) frente a la 2ª persona (“eres tú”) para
expresar la contraposición mujer/protagonista, así como la doble negación expresada
en el último verso de la estrofa para presentar el rechazo del poeta a la dama (“no”,
“no”). Por último, destacaremos también el uso de la adjetivación “morena”,
“ardiente”, “pasional”, así como la expresión “alma llena de goces” con los que no
solo se describe a esta primera dama, sino que servirán como antítesis con la
9. V. COMENTARIO ESTILÍSTICO
En la segunda estrofa encontramos prácticamente el mismo uso de recursos
retóricos que en la primera: se repite de nuevo la estructura paralelística
Suj+V+Atributo para expresar las características de esta segunda mujer. La
adjetivación utilizada, como ya señalamos antes, sirve para expresar la antítesis con
la primera, pues una es morena y la otra es rubia, cualidad que Bécquer resalta con el
uso de la metáfora “trenzas de oro”. También recurre al uso de la metonimia (la parte
por el todo) para describir la blancura de la piel de esta segunda mujer frente a la
primera. Además, utiliza de nuevo el hipérbaton para expresar el tipo de amor que
puede ofrecerle: “yo de ternuras guardo un tesoro”, que a su vez también establece
una antítesis con el pasional que ofrecía la primera dama. Asimismo, sigue presente
la antítesis entre la 1ª y la 2ª persona que ya se explicó en la estrofa anterior.
En la tercera y última estrofa, Bécquer utiliza los tres primeros versos para poner
en voz de la dama misteriosa su descripción: “sueño”, “imposible”, “vano fantasma
de niebla y luz”, “incorpórea” e “intangible”. Con estas cualidades, la tercera mujer es
trasladada fuera del plano de lo real, donde sí se sitúan las dos primeras. Por tanto,
esta tercera se define a sí misma como perfecta e inalcanzable. De hecho, finaliza su
intervención asegurándole que no podrá amarlo. A pesar de ello, el protagonista la
desea y a través de la interjección “¡Oh!” y del imperativo la invita a que vaya hacia
él. Este último verso rompe con el paralelismo que se había dado entre los versos
finales de la primera y la segunda estrofa.
10. VI. CONCLUSIÓN
En síntesis, el tema de esta Rima XI trata uno de los temas preferidos del
Romanticismo: el amor. En ella se describen los tres tipos de amor a los que puede
aspirar el hombre: el amor carnal y pasional, el amor tierno, delicado y sensible, y por
último, el amor imposible.
Además, encontramos como rasgo propiamente romántico este último, aquel que
busca la perfección, convirtiéndolo en inalcanzable. Para ello, el poeta romántico lo
recrea dentro de un mundo etéreo y espectral, muy del gusto de la época.
Para acabar, nos gustaría resaltar entre los aspectos formales del poema la
irregularidad métrica del poema mezclando rimas asonantes y consonantes, fuera de
cualquier canon poético, con el que el poeta individualiza su creación, no siguiendo
ninguna consigna o estrofa ya creada, dando muestra de su genio creador en la
libertad con la que crea su obra.