El documento discute el ruido como una práctica musical que puede producir alienación y extrañamiento. Explica que el ruido sobrepasa los límites de lo aceptable y lleva la percepción al límite porque hay algo que no podemos categorizar conceptualmente. También argumenta que el ruido necesita ser entendido de manera histórica y contextual para apreciar su potencial para producir efectos como la tensión y confusión en situaciones de concierto.