El bautismo es el sacramento que limpia de los pecados y nos hace hijos de Dios e incorporados a la Iglesia. Se confiere válidamente mediante la ablución con agua verdadera y palabras. Los padres y padrinos deben asegurar que el niño sea educado en la fe católica y sean ejemplos de vida cristiana. El bautismo nos hace hijos de Dios, miembros de la Iglesia, perdona pecados y penas, e infunde virtudes.