La piel está compuesta de tres capas - la epidermis, dermis e hipodermis - y contiene diversos receptores que detectan sensaciones como presión, calor, frío, suavidad y dolor. La dermis contiene vasos sanguíneos, folículos pilosos, glándulas sebáceas y receptores sensitivos del tacto. La sensación del tacto es detectada por terminaciones nerviosas y es especialmente importante en el desarrollo de bebés, ya que les proporciona información afectiva a través de caricias y abrazos