El documento describe la zona arqueológica de Tajín en el estado de Veracruz, México. Los totonacos adoraban al dios del trueno y realizaban sacrificios humanos al dios del sol. La nobleza vestía atuendos elaborados con plumas y gemas, mientras que la población común usaba ropa sencilla como huipiles y calzones. El sitio contiene canchas de juego de pelota y fue una de las ciudades más importantes del México antiguo.