El documento establece que la nutrición prenatal afecta profundamente la salud futura debido a su influencia en el desarrollo fetal. Una mala alimentación durante el embarazo puede conducir a enfermedades como la cardiopatía, accidentes cerebrovasculares, diabetes y bronquitis crónica en la edad adulta, y acortar la esperanza de vida. Además, la desnutrición antes y después del embarazo perjudica el desarrollo cerebral del feto y reduce su capacidad intelectual.