El poema describe la partida del poeta Juan Ramón Jiménez de su hogar y pueblo natal, dejando atrás el canto de los pájaros, su huerto con árbol y pozo, y el cielo azul y tranquilo mientras suenan las campanas de la iglesia. Aunque el poeta se irá solo y sin su hogar, la naturaleza y el pueblo permanecerán, aunque aquellos que lo amaban morirán y el pueblo se renovará cada año.