El poema describe a un viejo mendigo que toca el violín para pedir limosna. Con su violín, el mendigo expresa su dolor por haber perdido a su familia y su sufrimiento en la vida. A pesar de su pobreza y soledad, el violín es su único consuelo y compañía. El poema implora que el mendigo no pierda su violín, que es lo único que le queda.