Para desarrollar un plan nacional, un estado debe analizar tres aspectos: 1) la realidad nacional incluyendo el territorio, la población, las actividades económicas y los recursos naturales; 2) el potencial nacional que son los recursos materiales y espirituales que pueden ser utilizados para el bienestar nacional; y 3) el poder nacional que se manifiesta a través del poder político, económico, expresiones psicosociales y militar.