Sigmund Freud propuso en 1923 que la personalidad psíquica está compuesta por el Ello, el Yo y el Superyo. El Ello representa las fuerzas inconscientes e instintivas, el Yo media entre el Ello y las demandas del mundo exterior, y el Superyo actúa como la conciencia moral, guiando y amenazando al Yo de una manera similar a como los padres guían y amenazan a un niño.