1. El niño de 45 días a 4 meses
Características evolutivas
● El niño recién nacido
El bebé nace con el bagaje necesario para afrontar la vida, pero debe
adaptarse física y emocionalmente a un entorno que le ofrece múltiples y
diferentes estímulos. Sus primeros días están marcados por esa adaptación
a lo nuevo y a lo desconocido. El niño comienza a realizar por sí mismo las
funciones requeridas para vivir: respirar, alimentarse, controlar la temperatura.
Mediante los reflejos cumple con las funciones vitales y responde a los
estímulos.
● Reflejos arcaicos
Los primeros logros del pequeño corresponden a tendencias naturales
instintivas, llamadas reflejos arcaicos que comprenden todos aquellos gestos
y actos involuntarios con los que el bebé responde a ciertos estímulos o
sensaciones, y que le permiten interactuar con el ambiente y conocerlo. Estos
reflejos se mantienen en el tiempo, y tienden luego a desaparecer para dar
paso a conductas aprendidas.
● El reflejo de búsqueda
Es un reflejo de supervivencia que consiste en la reacción inmediata del bebé
ante cualquier roce o toque en su mejilla o alrededor de su boca. Ante el roce,
el niño reacciona volviendo su cabeza para mamar. Se mantiene los 3 o 4
primeros meses y se observa, incluso, durante las horas de sueño.
● Reflejo de succión
Permite al bebé mamar desde el nacimiento. Ante el contacto con el pecho
de la madre o ante un objeto, los labios y la lengua se mueven rítmicamente
para obtener el alimento. Este reflejo es ejercitado también en el vacío o con la
propia mano si ésta queda a su alcance. Unos días después el bebé succiona
también la sábana y, si se le acerca, el dedo de un adulto.
● Reflejo de prensión palmar
El niño reflexiona rápidamente los dedos de una mano cuando un objeto le
estimula la palma.
● Reflejo de marcha
El bebé da algunos pasos mientras se lo mantiene en posición vertical y con
los pies apoyados sobre una superficie plana. Aparece al tercer o cuarto día de
vida y permanece hasta los 2 meses de edad.
● Reflejo de moro o de sobresalto
Consiste en una retracción de la cabeza y en la extensión y recogimiento
rápido de los brazos, en un gesto similar al abrazo, acompañado por el
arqueamiento de la espalda. Se encuentra presente entre los 4 y 6 meses de
vida.
● Reflejos del pie
● El niño reflexiona el pie cuando se estimula la zona media de la planta
2. del mismo.
● De extensión cruzada: si se presiona en la planta de un pie mientras se
sujeta la pierna corresponde extendida, el niño flexiona y extiende el
miembro libre.
● El llanto
El llanto del niño es una función fundamental, porque con él comunica a su
entorno lo que le sucede.
Los bebés lloran cuando tienen hambre, cuando tienen frío o calor, sueño,
miedo, incomodidad o dolor. También porque se sienten solos; la cercanía
física con la madre es total durante los nueve meses de gestación y el feto
tiene la seguridad constante del latido de su corazón. El paso del útero materno
al mundo exterior marca la separación simbiótica de madre e hijo, por lo que
el niño, al nacer, puede sentir la ausencia materna y reclamar se presencia a
través del llanto.
● Los sentidos
Los sentidos del bebé se encuentran desarrollados; algunos, como el del oído,
en óptimas condiciones ya en el momento del parto. En cuanto al sentido de
la vista, el cristalino se acomoda a partir del tercer mes de vida, permitiendo la
convergencia completa de los ojos sobre un objeto.
Si bien el olfato parece esta desarrollado desde antes del nacimiento y le
permite reconocer a su medre desde los primeros días, alrededor del segundo
o tercer mes el niño logra diferenciar olores agradables y desagradables. En
cuanto al gusto, se sabe que el recién nacido es sensible a los sabores dulces
y amargos, así como los fuertes. En cuanto al gusto, se sabe que el recién
nacido es sensible a los sabores dulces y amargos, así como a los fuertes. En
lo referente al sentido del tacto, el bebé es muy sensible a la forma en la que
se le toca; reacciona de forma relajada o sobresaltándose según cómo sea
tratado, acariciado y sostenido.
● El bebé crece
Al mes de vida la percepción del mundo se enriquece. El bebé se encuentra en
condiciones de observar y seguir objetos dentro de su campo visual. Se calma
al escuchar a su madre, voces familiares, música clásica, canciones de cuna y
nanas. Percibe distintos sonidos y se muestra interesado por la voz humana.
A partir del segundo mes ya puede fijar su mirada y reconocer aquellas
personas que lo atienden habitualmente. Comienza a coordinar sus
movimientos y a vocalizar en respuesta a determinados estímulos.
En el tercer mes sus capacidades madurativas le permiten sostener erguida
la cabeza y centrar la atención en el movimiento de su cuerpo. Descubre sus
manos y sus pies, y puede buscar con la mirada el origen de algún sonido
que llame su atención. Duerme menos horas y, como permanece más tiempo
despierto, explora el mundo que lo rodea.
A partir de los 45 días, y por diferentes razones, algunos bebés ingresan en
el jardín maternal. Esto significará una adaptación a un medio distinto del
habitual, en el que se incorporarán nuevas figuras.
Tanto el niño como su familia iniciarán un período de conocimiento y
comunicación al establecer un entrampado de sostén para el crecimiento
saludable del pequeño. Esa comunicación y la construcción de un
vínculo de confianza favorecerán el clima propicio para el seguimiento
3. de los aprendizajes, crecimiento y adquisición de habilidades del niño.
Extraído de Manual de la maestra de preescolar.